Visita de amor y misericordia | El Nuevo Siglo
Jueves, 16 de Marzo de 2017

“Demos el primer paso”, fue la propuesta del santo padre Francisco a Colombia. Es una visita de amor y misericordia, pues su idea es ayudar a la reconciliación nacional, a dejar a un lado las diferencias y divisiones, a encontrar el mutuo perdón, a que los colombianos se allanen a vivir en paz. Toda esa idea del sumo pontífice, que viene por cinco días, está cargada de un postulado misericordioso, de estrecharse entre hermanos y dejar atrás la guerra, la muerte y el pecado.

Desde luego que ese noble y sentido deseo del Papa se contrapone a la realidad nacional, que se caracteriza por la división, el odio, las diferencias y confrontaciones. En Colombia no hay paz y no asoma la posibilidad de una verdadera paz, no obstante los deseos y esfuerzos del presidente Santos, pero la gente no le cree. ¿Y cuál es la razón? Simplemente que a los colombianos mayoritariamente no los convencen los acuerdos de paz con las Farc, no están satisfechos de todas las prebendas otorgadas por el gobierno a ese grupo violento, manchado de sangre y narcotráfico, a unos facinerosos arrogantes que nos quieren impresionar con su dialéctica mamerta y que el gobierno les de todas las facilidades para cumplir el deseo de gobernarnos algún día en contra de la voluntad popular.

No obstante la visita apostólica de Francisco será un bálsamo para el país, con su dulzura y bondad llenará de esperanza a muchos corazones, atraerá a los pecadores para convencerlos con su misericordia que lleguen a Dios dejando el pecado. Se esforzará para que cada uno “de el primer paso” y encuentre a Cristo en su vida y sus acciones. Francisco es misericordia así como Jesús lo fue, él ve en aquel alejado de la iglesia a un ser humano que sufre, por eso busca la manera de llevarlo al reino de Dios.

Pero esa bondad es malinterpretada por algunos fundamentalistas, extremistas y puristas católicos doctrinarios que pretenden reprender al Vicario de Cristo en la tierra, porque no resisten la misericordia, sino que juzgan y condenan al pecador sin darles ninguna oportunidad de rehacerse a si mismos a través del perdón. Por eso tildan a Francisco de liberal, de progresista, de comunista y manguiancho, sin que aquel ausente o alejado busque su encuentro  con Dios a través de la renuncia a sus faltas.

La visita del Papa en septiembre será una bendición para Colombia, las ciudades bendecidas con su presencia lo recibirán con  todo el amor y finalmente seremos los colombianos quienes ganemos. Así que bienvenido Papa Francisco, Colombia lo recibirá con los brazos abiertos tal como lo hizo con Paulo VI y Juan Pablo II.

arangodiego@hotmail.com