La afasia es un trastorno que afecta el lenguaje y genera problemas en la expresión corporal, el habla, la lectura, la escritura y la comprensión de las palabras. Esta condición puede tener diferentes causas como tumores o enfermedades degenerativas, y suele aparecer, de forma repentina, después de un accidente cardiovascular o una lesión en la cabeza.

En otros casos, la afasia puede ocasionar problemas como la disartria, que debilita la boca, la cara y el sistema respiratorio; la apraxia, que debilita los brazos y piernas; y dificultades para deglutir. Sin embargo, la gravedad de este trastorno depende, por un lado, de la causa y, por el otro, del daño cerebral ocasionado.

Es fundamental tener en cuenta que, para la afasia, las terapias del lenguaje y del habla se vuelven indispensables, ya que son el principal tratamiento y permiten que el paciente afectado aprenda nuevas formas de comunicarse.

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Es importante distinguir el grado, leve o grave, y el tipo de afasia, expresiva o receptiva. A continuación, se explican: 

• En la afasia leve se presentan algunos problemas de comprensión del lenguaje, construcción de oraciones largas y complejas y dificultad para encontrar las palabras para expresar una idea. Sin embargo, en la mayoría de los casos hay capacidad para mantener una conversación. 
• Por su parte, la afasia grave hace que los pacientes no entiendan lo que otros dicen y, por esta razón, la persona podría quedarse callada en la mayoría de los casos o brindar respuestas únicamente con monosílabos.
• En los casos de afasia expresiva, el paciente generalmente entiende lo que otros dicen, pero el problema se presenta al momento de expresarse, pues se suelen usar palabras sueltas, confundir el orden de las oraciones y presentar dificultar al momento de dar a conocer una idea.
• Por último, con la afasia receptiva, las personas que sufren el trastorno suelen tener problemas al momento de entender las palabras y las oraciones, pero generalmente pueden expresarse bien. En este sentido, requieren de más tiempo para entender lo que escuchan y tienen mayor dificultad para seguir a un individuo que habla rápido o utiliza lenguaje figurado.