De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), un estado de bienestar completo permite hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente, entre otros aspectos.
Según analiza Clara Valderrama, integrante del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife Nutrition, estados mentales y emocionales negativos pueden impactar en el aspecto físico y social de las personas.
“Si el estado de ánimo está alterado, puede afectar la realización de actividad física, las relaciones sociales saludables y la alimentación balanceada. Por ejemplo, se podrían desarrollar trastornos alimentarios como excesos o deficiencias de algunos nutrientes”, explica la especialista.
Bajo este escenario y entendiendo la importancia de un óptimo estado de ánimo, se presentan cuatro consejos que podrían ayudar a mantener un estilo de vida más activo y saludable.
1- Elegir alimentos con nutrientes
La nutrición indudablemente influye en la salud del cerebro y, por ende, en un estado de ánimo más estable. “Lo que ingerimos en nuestra alimentación diaria nos proporciona energía para nuestro organismo, pero también influye en los procesos químicos cerebrales”, afirma Valderrama.
Estos son algunos alimentos que se deben incluir en la alimentación: aguacate, huevos, espinaca, grasas saludables (aceites de pescado, aceite de oliva extra virgen), chocolate amargo, té verde y té negro.
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2- Realizar ejercicio
Además de fortalecer el sistema muscular, óseo, cardiovascular e inmunológico, el ejercicio contribuye con la salud mental y el estado emocional al liberar endorfinas que producen un efecto de placer y bienestar.
3- Realizar actividades lúdicas
Tocar un instrumento o simplemente escuchar música genera de entrada beneficios y cambios en los procesos emocionales. Al pensar en las secuencias y los ritmos se está ejercitando el cerebro. Por su parte, en el baile se incluyen movimientos que van de la mano con ejercicios cardiovasculares.
4- Meditar
Finalmente, pero no menos importante, podría tenerse en cuenta la meditación. Una excelente práctica que, según la recopilación de más de 400 estudios de la Nobel de Medicina Elizabeth Blackburn, ayuda a la protección de los telómeros, las cápsulas que cubren las puntas de los cromosomas.