Decretar la siesta en la educación preescolar | El Nuevo Siglo
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Domingo, 4 de Agosto de 2019
Mario F. Hurtado
El Senado portugués ha abierto un debate necesario, la relevancia de la siesta diurna en los infantes y el cómo implementarla en el sistema educativo

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LOS PEDIATRAS y especialistas en primera infancia lo han manifestado muchas veces, los niños menores de seis años necesitan dormir al menos dos horas en el día para su salud y recarga mental. Sin embargo, el esquema del sistema educativo ha hecho que se castre esa posibilidad, lo que trae problemas en los niños y afectaciones que pueden repercutir en su vida a largo plazo.

Según lo comunicó la Sociedad Portuguesa de Pediatría (SPP) la siesta es tan importante en la primera infancia como la alimentación escolar. El no hacerla, en especial a los menores de seis años, trae consecuencias como la obesidad, la falta de atención y afecta las habilidades de aprendizaje. La misma sociedad de pediatría expresa que como mínimo deben dormir dos horas.

El asunto que ha puesto en el debate el Legislativo portugués es complejo, porque normar el derecho a la siesta implica unas modificaciones de las instituciones escolares que deben contar con colchonetas cómodas, espacios aislados, libres de ruido o exceso de luz e incluso, la vigilancia de las áreas asignadas. La preocupación radica en eso y es cómo una necesidad que se ha identificado durante años no tiene la capacidad logística o presupuestal para ser implementada.

Según las cifras del Ministerio de Educación de Portugal en las escuelas solo duermen 29% de los niños de cuatro años, pero a los cinco años la cifra se reduce a 7,8%. Y no existen los espacios aptos para realizarla.

La situación en Colombia

En Colombia este debate no se ha desarrollado, y la situación puede ser más compleja, porque a diferencia de otros países donde las instituciones educativas están separadas en preescolar, primaria y secundaria y son instituciones diferentes, en Colombia la mayoría de colegios ofrecen la educación desde preescolar hasta último año de secundaria en una misma área o en la misma institución, y los edificios no cuentan con la capacidad instalada para garantizar el derecho a dormir de los infantes.

El respeto por la siesta infantil está en los jardines infantiles, y en la mayoría existen los espacios para hacerla, sin embargo, se desconoce si existe una normativa sobre condiciones, instalaciones y calidad de los espacios para realizarla.

En nuestro país la edad definida en los colegios privados para comenzar el preescolar es de cinco años, sin embargo en el sector público es de cuatro años y se requeriría de los espacios adecuados para ofrecer a los infantes la posibilidad de dormir, más en el contexto de la implementación de la jornada única. Pues en el desarrollo de las nuevas infraestructuras educativas se ha hablado mucho de los comedores escolares y la alimentación, pero poco sobre las necesidades de los edificios y las áreas dedicadas al preescolar.

En grandes ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barraquilla es común ver a los infantes durmiendo en la ruta escolar, el único espacio que algunos tienen para hacerlo, pero van  sin condiciones ergonómicas y la situación evidencia que la escuela no está pensando en esos espacios y los niños no están llevando un buen ritmo en su calidad de vida. Las consecuencias de la falta de sueño pueden ser dañinas e irreversibles para su etapa adolescente e incluso para la edad adulta.

 

Mejora aprendizaje

Un estudio que publicó la Universidad de Pensilvania en 2019 con niños entre seis y 13 años demuestra que la siesta mejora el aprendizaje en todas las edades. Los resultados avalaron la tesis de que las siestas durante el día son una mejor medida para beneficiar el desempeño estudiantil, comparada con la propuesta de comenzar clases más tarde, otra de las posturas más populares en la comunidad educativa para elevar los niveles de buena conducta y la atención en el salón de clases.

Se argumenta que el administrar siestas durante el día reduce los tiempos de uso de pantallas, que a su vez disminuye los niveles de estrés y mejora la calidad del descanso a cualquier hora del día.

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(*)Mario Hurtado es especialista en educación. Twitter: @hurtadobeltran  “La opinión del autor no refleja necesariamente la posición del medio y es responsabilidad exclusiva del que la escribe”