Dermatitis: irritación difícil de superar | El Nuevo Siglo
Martes, 11 de Diciembre de 2012

La dermatitis ocupacional es una de las enfermedades de la piel que más afecta a personas que trabajan en contacto con diferentes sustancias bioquímicas producidas tanto por microorganismos como por el medio ambiente. Prevenirlas es el mejor remedio.

Las amas de casa también resultan afectadas al estar expuestas a químicos que son irritantes y que vienen incorporados en los elementos de aseo de la casa. Los trabajadores del sector de la construcción son propensos al contagio por estar en contacto con materiales como el cemento y la arena.

No solo los materiales causan alergias e irritaciones en la piel. También los elementos naturales como plantas y flores ocasionan dermatitis. Trabajar es una actividad saludable para el ser humano, pero también puede ser un enemigo silencioso: ocultas en los elementos laborales existen sustancias de todo origen que suelen afectar a los trabajadores. Y la piel es uno de los órganos más expuestos.

 

Una de las enfermedades que más afectan la piel es la dermatitis ocupacional. “Teóricamente, cualquier trabajo puede producir esta dolencia, afirma el dermatólogo William Sánchez, del Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta, y en personas que van desde las amas de casa hasta los obreros de la construcción”. El mal es producido por la exposición a sustancias químicas que pueden ser irritantes o que causan alergia, o a diferentes microorganismos como hongos y parásitos.

 

También es ocasionada por la reacción a estímulos ambientales como  el calor, el sol, el frío, el polvo… Las amas de casa, por ejemplo, son propensas a contagiarse debido al contacto con los agentes químicos que contienen los elementos de aseo. Lo mismo sucede con los operarios de la construcción, expuestos a numerosos componentes sintéticos. “El cemento húmedo es capaz de irritar la piel y producir dermatitis irritativas, señala el doctor Sánchez, lo mismo que la manipulación de ladrillos y herramientas”. De acuerdo con el especialista, las enfermedades de la piel ocupan un alto porcentaje de las dolencias laborales.

 

“Los trabajadores de una bizcochería, donde hay mucho polvo de harina y azúcar en el ambiente, pueden padecer una dermatitis de contacto irritativa por esas sustancias que se acumulan en el pliegue de los párpados o debajo del cuello de la camisa”, añade el médico.

Pero no solo estos elementos ocasionan el contagio. También la naturaleza causa alergias. “Muchas personas piensan que lo natural no debería producir síntomas, pero no hay que olvidar que lo natural también tiene químicos”, explica el dermatólogo.

La mejor manera de evitar este tipo de contagio es la prevención. “Las amas de casa que padecen una de las dermatitis más frecuentes deben usar guantes de caucho y ojalá debajo de ellos usen unos de algodón blanco, de los de primera comunión por ejemplo”, señala el experto.

No se deben usar los guantes por periodos prolongados de más de 20 minutos, pues el guante “tapa” la piel y no la deja respirar y, al hacerla sudar contribuye a su vez a desarrollar una dermatitis, dice.

Los guantes de algodón, a su turno, deben mantenerse muy limpios y ser lavados  con jabón de coco preferiblemente, lo mismo que ser cambiados periódicamente. “También se deben utilizar no solo para los oficios húmedos, sino también para proteger las manos de los alimentos crudos”, añade. Las secreciones de la carne, el pescado o el pollo, lo mismo que las de las verduras, son irritantes para la piel.

El especialista también previene sobre el lavado excesivo de manos que, al contrario de lo que podría creerse, resulta negativo para la piel. “El jabón quita el mugre, pero también la ‘grasita’ de la piel. Si yo me lavo las manos temprano y vuelvo a hacerlo antes de almorzar, en las horas que transcurrieron, la piel recupera su capa lipídica.

Pero en un oficio como el mío en el área de la salud o el de una ama de casa, que nos lavamos las manos cada 20 minutos, la dermis se comienza a resecar  y a sufrir dermatitis. Por eso lo mejor es usar después de cada lavada es una crema humectante”, explica.

En caso de que se haya contraído la infección, la primera recomendación es no automedicarse. “Lo primero es acudir al médico, y específicamente al dermatólogo, quien está familiarizado en general con las enfermedades de la piel y los diferentes problemas que causan las diferentes ocupaciones”, señala el doctor Sánchez. A través de una completa historia clínica, el especialista puede detectar si la dolencia es una dermatitis de contacto irritativa o alérgica.

 

La primera se da cuando la persona está expuesta a una suficiente concentración del agente irritante, como por ejemplo la que adquiere un ama de casa por lavar sin guantes y estar en contacto con detergentes, mientras que la segunda es causada por químicos que son alérgenos, es decir sustancias capaces de desarrollar una alergia.

De allí la importancia de la prevención de todo tipo: conocer el ambiente de trabajo y los potenciales peligros de infección y protegerse. Saber que el trabajo también puede enfermar.