DIEGO ‘El Cigala’ regresa a Bogotá al escenario del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo para presentar su más reciente álbum “Cigala canta a México con un show a puro mariachi”.
“Toda mi vida he estado enamorado de la música que nació de esa tierra a la que amo profundamente y que me abrió las puertas de su alma y corazón hace más de veinte años, cuando inicié mi carrera”, comenta Diego ‘El Cigala’, quien se presentará de nuevo esta noche en el Mayor.
Cabe recordar que en 2020, bajo la producción de Jaime Calabuch “Jumitus”, el artista estrenó “Cigala canta a México”, un sentido homenaje a una tierra a la que ama y a la música que le mueve las entrañas: boleros y rancheras, legado de grandes leyendas como José Alfredo Jiménez, Vicente Fernández, Chavela Vargas, Javier Solís y Agustín Lara, entre muchos otros.
La relación de ‘El Cigala’ con la música mexicana viene desde su infancia, cuando escuchaba temas como “Perfidia” y “Soy lo prohibido” en las voces flamencas de Dolores de Córdoba y Adela ‘La Chaqueta’. Sin embargo, nunca imaginó que él mismo también le daría vida a esas canciones con las que creció.
Al crear este homenaje ‘El Cigala’ se hizo acompañar de lo que él cataloga como “la vivencia pura de la música mexicana”, con agrupaciones como Mariachi Gamma 1000, Trío de Chucho Navarro Jr. (hijo del fundador de Los Panchos), La Sonora Santanera, Los Macorinos y el Mariachi Vargas.
A lo largo de veinte años, el galardonado y reconocido cantautor ha logrado fusionar géneros y culturas, desarrollando la música flamenca explorando con respeto los terrenos del latín jazz, el bolero, el tango y la salsa, y visitando más de 30 países.
Considerado una de las voces españolas más reconocidas del mundo. Gitano madrileño, su figura ha trascendido los límites del flamenco para adentrarse en el universo musical latino, enriqueciendo la conversación global sobre la constante renovación del género.
La fusión con otras músicas forma parte de su esencia: un mestizaje mágico avalado por sus giras en los mejores escenarios del mundo y por numerosos premios, como el Grammy, Ondas y Lunas del Auditorio, entre otras. En una de esas profundas relaciones artísticas nace el mítico disco “Lágrimas negras” junto a Bebo Valdés, hito esencial en la cultura patria. Esa experiencia le lleva a explorar el bolero, el tango, la salsa y ahora la música mexicana.
En el camino ayuda a establecer la universalidad del flamenco por todo el mundo, hermanando distintos estilos, pero manteniendo la identidad y la pureza del folclore que le corre por las venas. Como le gusta decir a ‘El Cigala’, citando a Picasso: “Yo no busco, encuentro”.
Trayectoria
Su carrera en solitario comenzó de forma arrolladora. Tras los primeros acercamientos con Bebo Valdés empieza a gestarse el legendario “Lágrimas negras”, que se convierte en un boom imparable que traspasa las fronteras de lo flamenco y se corona en lo más alto del imaginario cultural colectivo. Tras aquella presentación del álbum en el Gusman Theatre de Miami, la prensa sitúa al pianista como “clásico vivo de la música cubana” y al cantaor como “Sinatra del flamenco”.
A partir de esas fructíferas y diversas alianzas artísticas, ‘El Cigala’ se aproxima al tango, el bolero, la salsa y la música mexicana; un trabajo de mestizaje que la BBC le reconoce con el premio “Boundary Crossing”. En ese camino ayuda a establecer la universalidad del flamenco por todo el mundo, hermanando distintos estilos, pero manteniendo la identidad y la pureza del folclore que le corre por las venas. Se convierte en una de las voces españolas más internacionales por derecho propio, con la música siempre impulsándolo como oxígeno y refugio.
Cada gira de Diego ‘El Cigala’ desde “Lágrimas negras” ha llegado a todos los rincones del mundo en más de 30 países, dejando su huella en los mejores escenarios del globo: el Bunkamura Orchard Hall de Tokio, el Carnegie Hall en Nueva York, El Disney Hall y el Hollywood Bowl en Los Ángeles, el State Sydney Theater, el Auditorio de Ciudad de México, la Ópera de Montecarlo, el Olympia de París o el Barbican en Londres.