UN MAPA de evidencias arqueológicas inédito reveló la primera expedición de 2024 al Galeón San José, un barco anclado en el fondo del mar Caribe desde finales de 1708 y que fue descubierto por las autoridades colombianas en el 2015.
Entre los hallazgos están el ancla, unas anillas y parte de la carga que transportaba como botijas, botellas de vidrio y un bacín.
De acuerdo con Alhena Caicedo Fernández, directora general del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), esta primera expedición se inició en mayo pasado, ampliando el área de protección para identificar algunas anomalías y lugares de depósito de materiales arqueológicos que no habían sido identificados hasta el momento.
“Esta exploración es un avance significativo en el proceso de identificación, no de las áreas donde está disperso la estructura, sino algunas anomalías nuevos descubrimientos, materiales que están en proceso de análisis, pero podemos identificar a partir de esas anomalías la posibilidad hipotéticamente hablando de que pueda haber nuevas evidencias, como parte de las maderas, del casco algún tipo de evidencia de las anclas que no habían sido encontradas con anterioridad, también la posibilidad de encontrar anillos de las anclas que tampoco habían sido vistas antes, elementos dispersos como algunos materiales de cerámica, fragmentos de vidrio”, le dijo Caicedo Fernández a EL NUEVO SIGLO.
Estas nuevas evidencias “permiten identificar un poco mejor, qué es lo que hay allá abajo y de qué manera podemos ampliar cada vez más el conocimiento que existe sobre el Galeón San José. Seguimos avanzando en la investigación en los diferentes frentes, en las campañas que se hacen directamente en el lugar para recoger información”, dijo la antropóloga.
En ese sentido, este nuevo resultado representa para Colombia dar un paso adelante en conocer qué hay en esos 500 metros de profundidad. “Nos permite reconocer de una mejor manera qué era lo que pasaba en el barco, cómo se vivía en el barco en esa época, de qué manera estaba la tripulación en ese momento, cuáles eran los elementos que utilizaban y cómo los usaban, qué tipo de mercancía llevaban y qué tipo de mercancía estaba legalmente reconocida. Este descubrimiento nos va dando pequeñas evidencias para poder ir completando el gran rompecabezas de lo que implicaba el Galeón San José, un barco del siglo 17”, detalló la autoridad del Icanh.
El inicio
Fue el 22 de mayo de 2024 cuando Juan David Correa, ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, anunció el inicio de la expedición científica Hacia el corazón del Galeón San José, liderada por Mincultura, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia - ICANH, la Armada de Colombia y la Dirección General Marítima - Dimar.
La campaña de investigación se llevó a cabo del 23 de mayo al 1 de junio de 2024. Durante este periodo, se realizó una exploración arqueológica sobre el lecho marino, cubriendo un área de 461.307 m2, equivalente a más de 40 canchas de fútbol profesional. Esta prospección reveló que el área donde se ubica el naufragio del Galeón San José cuenta con más concentraciones de material arqueológico, además del cuerpo principal donde se encuentra la mayor cantidad de evidencias de la estructura de la embarcación y la carga que transportaba.
“El hallazgo de nuevas concentraciones de material arqueológico en el naufragio del Galeón San José revela la complejidad de analizar este evento histórico desde su hundimiento. La localización, registro y documentación de estas evidencias son fundamentales para comprender la distribución de los materiales que constituyen el Galeón y, también, la dispersión de sus restos en el Área Arqueológica Protegida”, explicó el vicealmirante John Fabio Giraldo Gallo, Director General Marítimo.
Agrega que, para entender integralmente al Galeón San José, se estudian “todos los elementos del buque, desde la popa hasta los más mínimos detalles. Cada nuevo hallazgo abre escenarios de investigación que permiten formular hipótesis más precisas sobre su hundimiento”.
Los resultados de la exploración revelaron un mapa de evidencias arqueológicas inédito, ampliando significativamente lo conocido hasta ahora. Si bien en 2022 se habían detectado concentraciones de vestigios arqueológicos en la zona del naufragio, la reciente exploración permitió caracterizar estas acumulaciones con mayor detalle y descubrir nuevos elementos aislados. Entre los hallazgos se encuentran componentes estructurales del barco (un ancla, anillas, un posible clavo) y objetos de uso cotidiano (botijas, botellas de vidrio y un bacín).
Además de los hallazgos arqueológicos, la exploración reveló la diversidad biológica en el lecho marino. Se identificaron especies como un tiburón sin aleta dorsal y un pez espada, que habitan en profundidades superiores a los 600 metros. El hundimiento ha creado en el fondo del lecho un ecosistema dinámico y vivo, proporcionando refugio y alimento a diversas formas de vida marina.
La documentación histórica sobre el naufragio, analizada en la primera etapa de la exploración científica Hacia el corazón del Galeón San José, plantea interrogantes sobre las causas exactas del hundimiento y la dispersión de los elementos arqueológicos.
¿Un nuevo capítulo?
El 8 de junio de 1708, la flota de Tierra Firme, cuya nave capitana era el Galeón San José, luchó contra un escuadrón inglés en cabeza del comodoro Charles Wager en las cercanías de la costa Caribe colombiana, en lo que se conoce como la Batalla de Barú.
El objetivo inglés era capturar algunas de las naves de la flota española, entre ellas el galeón, para hacerse con la carga de las mismas. Sin embargo, debido a la batalla, el Galeón San José se hundió y sus restos quedaron a 600 metros de profundidad. Ante el hecho, en Inglaterra fueron llamados a juicio los comandantes que habían asaltado el San José y en España se interrogaron a algunos de los sobrevivientes de la batalla que navegaban en las distintas embarcaciones de la flota.
Estos testimonios son, precisamente, los documentos con los que se cuenta hasta ahora para conocer las verdaderas causas del hundimiento de la nave capitana de la flota de Tierra Firme en 1708. Los comandantes ingleses fueron insistentes en reforzar una versión conjunta que apuntaba a una explosión interna del Galeón San José, lo que les quitaría toda responsabilidad directa en el hundimiento del preciado botín que buscaban obtener.