En el limbo: tesoros artísticos de Citigroup que inquietan a México | El Nuevo Siglo
Dentro de este acervo en disputa está el lienzo “Vendedora de alcatraces”, ubicado en la Fundación Cultural Banamex, en la Ciudad de México.
Foto AFP
Viernes, 11 de Febrero de 2022
Redacción Cultura con AFP

Cuando el estadounidense Citigroup venda su negocio de banca comercial en México, también dejará atrás obras de afamados artistas como Frida Kahlo, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, que el gobierno y expertos piden mantener en el país.

Unas 600 obras pictóricas, piezas de arte popular y edificios de la época virreinal integran el patrimonio que el banco incorporó durante décadas y que también es parte de la venta de su marca Banamex, anunciada en enero pasado.

Se trata de una de las colecciones privadas más importantes de México, convertida ahora en asunto de interés nacional.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que los bienes culturales del banco deben quedar en el país, en momentos en que su gobierno busca evitar que piezas del patrimonio mexicano, principalmente prehispánicas, sean subastadas en el extranjero.

“Estamos hablando de colecciones de arte de los mejores artistas, pintores de México y también del mundo”, dijo el Mandatario tras anunciarse la venta.

López Obrador también ha manifestado que le gustaría ver Banamex en manos mexicanas al citar como posibles compradores al hombre más rico de México, Carlos Slim, y al polémico empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca, una de las principales cadenas del país. 

La colección artística “debería pasar a propiedad nacional para su preservación”, sostiene, en tanto, el canciller mexicano Marcelo Ebrard, quien considera que sería en compensación por un rescate bancario que el gobierno mexicano realizó en los años 90. 

Parte integral de la venta

Banamex es uno de los bancos más antiguos de México. Inició operaciones en 1884 y su acervo artístico y cultural no ha parado de crecer, incluso cuando fue vendido a Citigroup en 2001.

Justo ese año, un movimiento de personalidades políticas y culturales en el que participó Ebrard buscó sin éxito que el Estado se hiciera con el patrimonio artístico del banco.

Ahora, el temor de algunos expertos es que la colección se disperse.

“Que en la venta tomen en cuenta esta unidad como colección y su valor incalculable mucho más allá de los términos económicos”, declaró a la AFP Hilda Trujillo, especialista en colecciones de arte mexicano del siglo XX y exdirectora de los museos Frida Kahlo y Diego Rivera Anahuacalli en Ciudad de México.

“Que sea tratada con todo el cuidado como parte del acervo patrimonial y artístico del país”, agregó.

En una conversación con periodistas, Alberto Gómez Alcalá, director de Desarrollo Institucional, Estudios Económicos y Comunicación de Citibanamex, dijo que los activos culturales “son parte integral e indivisible” del proceso de venta, por lo que “quien compre las operaciones de banca comercial en México deberá también adquirir la colección”. 

Pero evitó fijar un precio. “No importa el número en pesos y centavos que podamos dar. Por eso decimos que es invaluable y estamos seguros que así seguirá siendo”, sostuvo.



Parte clave de la historia

La colección de arte de Citibanamex incluye obras como “Vendedora de alcatraces”, que Diego Rivera, uno de los más grandes muralistas mexicanos del siglo XX, pintó en 1942.

La pieza ocupa un lugar preponderante al interior del Foro Valparaíso, un edificio del siglo XVIII ubicado en el corazón de Ciudad de México que también pertenece al banco. 

El cuadro de Rivera está acompañado en ese lugar de obras igualmente importantes de la pintura mexicana del siglo XX como “Los frutos de la tierra”, de Frida Kahlo pintada en 1938, y “Mujer con metate”, que David Alfaro Siqueiros pintó en 1931.

Siqueiros es una de las máximas figuras del muralismo mexicano; en su pintura, el artista realizó una fusión de las tradiciones de su país y el surrealismo y expresionismo característicos de Europa.

Cada una de las creaciones de este artista, nacido en Chihuahua en 1898, eran cuidadosamente planeadas, ya que para cada mural incluyó una técnica que llamó “arquitectura dinámica”, que consistía en estudiar primero el terreno en el que iba a ser pintada la obra y los recorridos de los espectadores para crear los puntos focales de la obra.

En esta colección también se puede encontrar “Mujeres”, del también mexicano Rufino Tamayo, “quien a lo largo del siglo XX pudo conjugar su herencia mexicana y el arte prehispánico con las vanguardias internacionales, en piezas marcadas por el color, la perspectiva, la armonía y la textura”, señaló la Secretaría de Cultura de México en su portal web.

Nacido en 1899 en Oaxaca, Tamayo pintó más de mil 300 óleos, entre los que se encuentran los 20 retratos de su esposa Olga, con quien estuvo casado durante 57 años; realizó 465 obras gráficas, como litografías y mixografías, 350 dibujos, 20 murales, así como un vitral.

Sus murales se encuentran lo mismo en el Palacio de Bellas Artes, el Museo Nacional de Antropología y el Conservatorio Nacional de Música en México, que en el Dallas Museum of Cine Arts, la Biblioteca de la Universidad de Puerto Rico y en la sede de la Unesco, en París, mientras que su obra es expuesta en recintos tan emblemáticos como los museos de Arte Moderno de México y Nueva York, el Guggenheim y la Philips Collection, en Washington.

Sin embargo, este tesoro no empieza ni termina ahí. Las obras se remontan también al siglo XIX, como los paisajes de los imponentes volcanes del Valle de México, Popocatépetl e Iztaccíhuatl, del pintor José María Velasco.  

“Es sin duda una de las colecciones más importantes para poder recrear la historia de la pintura en México”, opina Angélica Velázquez, directora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y quien también participó en la curaduría del recinto. 

“El eje de todo su trabajo como coleccionistas ha sido el arte mexicano”, apunta. “Me parecería muy difícil que los próximos propietarios fueran insensibles al valor de la colección para el país”.