Eventos híbridos, gran apuesta del país para la cultura en 2021 | El Nuevo Siglo
El Hay Festival Cartagena, uno de los eventos que se acerca a su próxima edición, adaptará su programación a actividades en entornos digitales y en espacios físicos.
Foto Hay Festival
Domingo, 3 de Enero de 2021
Redacción Cultura

La industria del entretenimiento pasó por varios cambios a raíz del covid-19 durante el último año, en el que la virtualidad jugó un rol indispensable para recuperar una parte, entre otras cosas, de conciertos, exposiciones y obras de teatro. Pero ¿seguirá Colombia con una cultura digital a merced de la pandemia? Y ¿cómo acostumbrará a sus habitantes a vivir las artes escénicas y plásticas en este entorno? Estos serán los retos que tendrá que afrontar la cultura para el 2021.

Un balance

Aún durante la emergencia sanitaria, desde hace algunos meses en el país se retomaron eventos presenciales con estrictas medidas de bioseguridad, pero algunos de los festivales y otras fiestas colombianas le han apuntado a un modelo más balanceado: el formato híbrido, el cual combina la presencialidad con la virtualidad.

En este nuevo año la cultura continuará apostándole a esta combinación, que incluso, se está poniendo en práctica con el Carnaval de Negros y Blancos, el cual no solamente cuenta con actividades virtuales, las cuales se llevaron a cabo desde el Precarnaval en diciembre, sino también tendrá algunas presentaciones, que se harán desde la Concha Acústica Agustín Agualongo, pero con una transmisión televisiva y de streaming, desde este domingo.

Así mismo, este modelo ha estado presente en meses anteriores en otras importantes fiestas culturales como la Feria de las Flores, en la que así como se pudo disfrutar de los recorridos y desfiles a través de una experiencia de 360° por medio de aplicaciones, también los habitantes paisas pudieron disfrutar de conciertos en vivo, desde sus ventanas.

El cine nacional también pasó por este formato, para vivir la emoción de conocer nuevas historias en pandemia, con eventos en los que se proyectaron las películas tanto en plataformas como en salas físicas, pero con un aforo reducido; y también con la ayuda del regreso al país del Drive in, una tendencia de presentación en el que los espectadores podían disfrutar de una cinta desde la comodidad de sus carros, que eran aparcados en grandes espacios abiertos para evitar la propagación del virus. Esta tendencia, luego acogió a la danza, el teatro, el circo y otras artes escénicas

Es así como la opción híbrida es la solución y uno de los retos que el sector acogerá para su reactivación en este 2021.

Próximas fiestas atípicas

La programación de eventos culturales para este año no está definida aún. Sin embargo, hay algunos eventos que se acercan a sus fechas de realización, de los cuales sus organizadores han anunciado solo una parte de sus actividades y sus posibles formatos.

En este primer semestre del 2021 la cultura tendrá que asumir el reto de llevar a cabo sus eventos bien sea virtual, presencial o de forma híbrida. Un ejemplo de ello es el Carnaval de Barranquilla, que aunque fue aplazado y no tiene nuevas fechas, sus organizadores ya abrieron una convocatoria para armar la agenda, que se cumplirá de forma atípica, en un entorno digital.

El carnaval, que acoge en cada versión a cerca de 2 millones de visitantes y turistas, estaba planeado para celebrarse del 13 al 16 de febrero.

Otra de las fiestas que están próximas en el calendario es el prestigioso Hay Festival, que del 22 al 31 de enero invitará a los colombianos a una cita con un extenso programa digital y una selección de actividades presenciales en Cartagena, Jericó y Medellín, organizadas respetando cuidadosamente las medidas implementadas para los eventos culturales a raíz de la pandemia, con la intención de que los espectadores de cada ubicación puedan disfrutar de forma segura.

El programa, con 130 actividades en total, se articula así pensando en las sedes ya tradicionales del festival: Jericó (del 22 al 24 de enero), Medellín (del 25 al 27 de enero) y Cartagena de Indias (del 28 al 31 de enero). Serán más de 160 participantes que desde distintos lugares del mundo, permitirán a todos los asistentes vivir la experiencia de compartir y disfrutar del Hay Festival tanto desde la comodidad de sus hogares como desde las ciudades sedes.

Un caso similar ocurrirá con el próximo Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, Ficci, que bajo el título Interruptus, realizará su edición de forma híbrida, ya que desde el 17 de marzo se encenderán los proyectores del evento y los organizadores esperan mantenerlos con una programación fusionada hasta octubre.

El Ficci tendrá presentaciones en salas físicas, plazas, barcos, playas, autocines y hasta en los barrios de la ciudad amurallada y en el resto del país. Sus organizadores, están a la espera de la reducción del covid en los habitantes para evitar que suceda como en su edición anterior, del 2020, en la que dos días después de su lanzamiento en marzo tuvo que ser cancelada.  

Por ahora, estos son los próximos eventos que representan un desafío para el sector, en los que implicará no solamente elegir una logística y producción cuidadosa, teniendo en cuenta estos tres escenarios que se mueven entre lo digital y lo presencial, sino también construir una cultura alrededor de esta nueva forma de vivir el arte y el entretenimiento.

El proceso de adaptación

Sin duda, el 2020 fue un tiempo en el que la humanidad tuvo que aprender a vivir de nuevas formas, pero este año otro de los retos por afrontar será crear una estrategia para adaptarse a una cultura digital, con algunos momentos físicos.

Este plan no solamente tendrá que incluir normas de bioseguridad como el uso permanente del tapabocas, el gel antibacterial o el alcohol en los eventos presenciales, sino también un incentivo para que haya un aumento de espectadores en las actividades virtuales, que de hecho, el año anterior obtuvo un aforo amplio.

Es decir, los grandes museos o galerías, tendrán que fusionar sus exposiciones en ambos escenarios, así como también lo harán los teatros con sus temporadas de obras, los conciertos, las subastas y demás actividades culturales, para lograr esta adaptación y al mismo tiempo para conseguir una rentabilidad para el sector, ya que implementar las medidas de bioseguridad implica un gasto adicional para los organizadores, gestores y promotores de los eventos.