El alto déficit fiscal del gobierno y las inciertas decisiones para bajar la deuda y el aumento en el pago de los intereses, son factores que impiden una mejora de la calificación para Colombia.
Es así que desde esta consideración, la calificadora Fitch Ratings, pese a mantener la nota de BB+ con perspectiva estable, advierte al gobierno sobre la situación de la economía en general.
El país perdió el grado de inversión en 2021 en medio de las protestas sociales y la retirada del proyecto de reforma tributaria del entonces exministro Alberto Carrasquilla.
En su informe, Fitch espera que “el déficit fiscal del gobierno central se amplíe al 5,6% del PIB en 2024 desde el 4,3% en 2023, en línea con el objetivo de presupuesto revisado del gobierno, en gran medida debido al bajo recaudo de impuestos y la imposibilidad de obtener la aprobación para acelerar los casos de litigio fiscal y un fallo de la corte constitucional sobre la deducibilidad de las regalías para las compañías de petróleo y carbón”.
Ajustes
Señala en su análisis, que “en junio de 2024, el gobierno anunció ajustes del gasto de casi el 2% del PIB durante el resto del año para cumplir con su objetivo fiscal, incluida la subejecución de proyectos de infraestructura pública”.
Con ello, Fitch espera que el déficit fiscal mejore modestamente para 2025 y llegue al 5,2% del PIB, ya que la recuperación económica mejorará los ingresos y el gasto se mantendrá relativamente estable en términos nominales.
Asimismo, la calificadora señala que prevé dificultades para cumplir con el objetivo de la regla fiscal revisada el próximo año. “Esperamos una mayor reducción del déficit del gobierno central hasta el 4,7% en 2026 (…) pero más allá de 2026, será difícil seguir reduciendo el déficit sin medidas significativas para mejorar los ingresos o reducir los costos, a la luz de las crecientes presiones de gasto y las rigideces presupuestarias”.
Prevé, asimismo, la firma, que “la deuda gubernamental seguirá aumentando y aumentará al 57,7% del PIB en 2026, desde el 53,7% en 2023”.
Considera Fitch que “se espera que el crecimiento del PIB sea de apenas el 1,5% en 2024. La demanda interna sigue siendo débil debido a la continua política monetaria restrictiva, ya que las tasas reales siguen siendo altas a pesar del comienzo del ciclo de recortes del banco central”.
Crecimiento
Por ello, Fitch espera que el crecimiento repunte en 2025 hasta el 2,8%, a medida que una política monetaria menos restrictiva impulse un mayor consumo e inversión. La firma cree que el crecimiento alcanzará un ritmo tendencial del 3% en 2026, pero persisten las incertidumbres sobre el crecimiento tendencial dada la caída de la inversión, que se mantendrá por debajo de los niveles históricos (un promedio del 22% del PIB en 2010-20) durante el período previsto y el bajo crecimiento de la productividad.
Asimismo, en su análisis, Fitch señala respecto a la inflación que “la inflación ha demostrado ser más alta y más estable que en la mayoría de los demás países de la región que tienen metas de inflación, cayendo a 7.2% en junio de 2024 desde un pico de 13.3% en marzo de 2023. Esto refleja en parte los shocks relacionados con el clima y otros shocks de oferta en los últimos dos años, la indexación generalizada y la eliminación de los subsidios a los combustibles en 2023-2024”.
Con ello, se espera que la inflación continúe disminuyendo a 5.8% para fines de 2024, todavía por encima de la banda superior del objetivo del banco central de 3% y caiga por debajo del límite superior del rango objetivo para fines de 2025.