“Fernando Botero. Sensualidad y melancolía” sigue conquistando España | El Nuevo Siglo
Obras de Fernando Botero expuestas hasta el 20 de julio en la sede de Ronda de los Tejares. / Foto Museo Casa Lis
Sábado, 8 de Junio de 2024
Redacción Cultura

La muestra "Fernando Botero. Sensualidad y melancolía" llegó por primera vez a Córdoba (España), después de recorrer con éxito otras ciudades de ese país.

Esta vez la retrospectiva del artista colombiano se posó en la sede de la Fundación Cajasol, donde fue inaugurada recientemente con la participación del presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes.

Fuentes subrayó "la importancia de poder contar en Córdoba con una muestra de un artista de primer nivel como Botero, uno de los más importantes de nuestro tiempo, quien se destacó por el uso de los colores y del volumen".

"Gracias a la Fundación Cajasol vamos a poder deleitarnos con esta exposición de un icono del arte contemporáneo, un artista universal que estudió todas las tendencias, pero creó la suya propia dando lugar a un estilo inconfundible", manifestó Fuentes.

El presidente de la Diputación subrayó, además, que "Córdoba también quería sumarse al homenaje póstumo que se hace a Botero acogiendo esta muestra que acerca su particular manera de crear a todos los cordobeses que quieran acercarse a conocer sus obras".

La exposición incluye una selección de esculturas, óleos, acuarelas y dibujos ofreciendo a los visitantes que acudan la posibilidad de apreciar el arte de este artista multifacético. Se podrán ver los óleos "Santa Rosalía" y "La carta". Tras el fallecimiento del artista el año pasado, su obra se ha revalorizado, alcanzando importantes cifras en las últimas subastas.

Curada por Marisa Oropesa, la muestra conecta con la capacidad creativa de este polifacético maestro. Así, el visitante estará ante pinturas icónicas, esculturas y, por supuesto, dibujos y acuarelas de gran impacto visual. En su etapa final, el colombiano se había volcado en la técnica de la acuarela, como se puede apreciar en sus últimas obras.

Oropesa explicó que la intención fue crear una exposición que muestre a Fernando Botero tanto en su faceta humana como artística y destacó su habilidad como un creador mágico, cuyas obras icónicas son ampliamente reconocidas, lo cual considera esencial en un artista.

La exposición podrá disfrutarse hasta el 20 de julio en la sede de Ronda de los Tejares.

El más visitado

El mes pasado, “Fernando Botero. Sensualidad y melancolía” estuvo en el Museo Art Nouveau y Art Déco, donde se convirtió en la exposición más visitada en la historia de la institución, teniendo en cuenta la media de visitas diarias.

La exposición recibió un total de 61.398 visitantes desde su inauguración, el pasado 16 de enero, hasta el 26 de mayo, procediendo 36.536 de ellos de España (el 59,5 % del total) y 24.862 del extranjero (un 40,5 % del total).

En el caso de los visitantes españoles, se destaca la afluencia de los salmantinos, con un total de 9.661, superando incluso a los visitantes procedentes de Madrid (8.325), lo que ratifica el gran interés de la exposición para los habitantes de la capital y provincia de Salamanca. A los salmantinos y madrileños les siguen los vallisoletanos (1.400) y visitantes que llegaron desde Vizcaya (991), Valencia (838), La Coruña (807), Cáceres (736), Asturias (733) y Zamora (548).

Por su parte, en lo que respecta a la procedencia internacional de los visitantes de la exposición, es evidente la diversidad de países desde los que han llegado a la Casa Lis, cuya cifra asciende a 94 países diferentes. Entre ellos, sobresalen por su gran afluencia los visitantes de Francia (5.640), Italia (3.524), Estados Unidos (3.470), Portugal (3.432), Reino Unido (2.046), Alemania (1.311) y Países Bajos (1.187).

Todos ellos han disfrutado de este recorrido por la trayectoria artística de uno de los grandes creadores de arte, a través de sus pinturas, dibujos, acuarelas y esculturas: Fernando Botero. Su trayectoria, una de las más destacadas del panorama artístico mundial, le permitió desarrollar un lenguaje propio (el ‘boterismo') gracias a su inconfundible personalidad y el uso del volumen en las formas.