Gardel habría sido un estafador en su juventud | El Nuevo Siglo
Martes, 13 de Noviembre de 2012

El célebre cantante y compositor de tangos Carlos Gardel, fallecido en un accidente de aviación en Colombia en 1935, fue un estafador fortuito en su juventud en Argentina cuando aún no había iniciado su exitosa carrera, dijo a la AFP Martina Iñíguez, poeta e investigadora del artista.

"Fueron errores de juventud, de sus épocas de andar correteando casi sin domicilio fijo, de un lado para el otro, pero después en toda su actitud de vida tuvo una especie de voluntad de ser mejor, de merecer el éxito que tenía", dijo Iñíguez, una poeta del lunfardo (argot porteño), que ha estudiado a fondo la vida de Gardel.

Iñíguez, de 72 años, recibió días atrás de manos de una mujer, Graciela Recco, documentos que muestran que Gardel estuvo preso en varias ocasiones, como un facsímil de un prontuario del artista de 1915 confeccionado por la policía de la provincia de Buenos Aires, en el que aparece con el alias de "El Pibe Carlitos".

Recco "me dijo que había cuidado a unos tíos ancianos durante varios años y que como agradecimiento le dejaron la casa donde vivían. Hace unos 15 años, al vaciar un cajón de doble fondo de un antiguo escritorio, allí estaba escondido el prontuario", añadió Iñíguez.

Gardel, sobre quien aún se discute si nació en Uruguay o en Francia, vivió desde muy joven en Argentina, en medio de la pobreza, antes de desarrollar una exitosa carrera artística que lo convirtió en leyenda.

De acuerdo con la mujer, "si Gardel era un indocumentado, como suponemos, es muy probable que por momentos tuviera muchas dificultades para trabajar, era una época en que a los extranjeros se los expulsaba del país, a los que no tenían documentos también".

"Tal vez en alguna de sus detenciones lo hayan puesto en conocimiento por ejemplo con el poeta Andrés Cepeda, considerado un estafador, y que él le haya sugerido que cuando estaba en mala situación, hiciera el cuento del tío (estafa)", un delito que consistía en engañar a una persona con ardides para sacarle dinero, explica Iñíguez.

Según la investigadora, "Cepeda, a quien luego Gardel le grabó varias canciones, era considerado un cuentero: hacía el cuento del tío o del 'chacarero' (otra modalidad de estafa), era un hombre pendenciero; pasó muchos años preso entrando y saliendo a las comisarías".

En 1922 el entonces presidente argentino Torcuato de Alvear ordenó destruir los prontuarios del ya famoso cantor que estaban archivados en la Policía Federal y de la provincia de Buenos Aires, aunque en este último caso se conservó una copia.

Recco relató que su tío "era un escribiente que tenía mucha relación con juzgados y además muy gardeliano y tal vez haya conservado el prontuario, pese a que se había dado la orden de destruirlo".

Iñíguez relató que para limpiar su imagen, Gardel "intentó apartarse de la (entonces) marginalidad del tango, de ese ambiente en el que se había criado entre 'matones' (pandilleros), gente pesada, incluso entre los políticos".

El cantante es considerado el máximo exponente de la música del dos por cuatro originada en Argentina y Uruguay.

AFP