¿Qué hay detrás del amor, los años y la convivencia? ¿Qué estalla tras los muros de la casa? Estas son las temáticas que aborda “Adentro Gastom y Mandí”, una obra dedicada a los adultos mayores, la cual se presentará el domingo 15 de mayo a las 3:00 p.m. en la “Franja ConSentidos”, del Teatro El Ensueño.

Se trata de un relato en el que las máscaras son las protagonistas, las cuales, de una forma teatral, cuentan una historia sobre la distancia, el encierro; sobre la vida de dos abuelos que permanecen juntos pese a muchas adversidades que les hacen más difícil la existencia.

Así mismo, muestra la cotidianidad de una pareja que se enfrasca en un diálogo que termina en combate, pues son personas muy diferentes: él ama el sótano, ella el altillo; a él le gusta el encierro, a ella el exterior. Él sale muy poco de su taller, ella, en cambio, disfruta su jardín. Juntos comparten un espíritu lento, cansado y arrugado. Su soledad solo se ve interrumpida con las predecibles visitas del torpe recadero del pueblo, quien evoca en ellos la salvación de toda su orfandad.

De acuerdo con Juan Carlos Agudelo, director de la obra, esta historia nació de una investigación que realizó sobre la máscara como herramienta expresiva y universal. Sin embargo, su fuente de inspiración son los adultos mayores, a quienes les rinde un homenaje con esta puesta en escena.

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“Esta historia viene cargada de amor, el significado de la vida, el paso del tiempo, esa intimidad de lo cotidiano que tienen nuestros padres, nuestros abuelos; las rabias, las alegrías, las bromas y esa inocencia que vuelve con el paso de los años. Son temáticas con las que buscamos tocar el alma de los espectadores”, explica Agudelo.

La asociación cultural Casa del Silencio es la compañía que le dará vida a este relato. Desde su fundación en 1997, esta organización se ha caracterizado por contribuir en el desarrollo artístico y cultural del teatro universal, desde una estética silente, que investiga y profundiza en las diferentes líneas narrativas a las que este lenguaje pueda conducir. Por ello explora universos poéticos, bizarros, que rompen líneas de tiempo y espacio, que sitúan al espectador en el sueño para luego, en un giro y como saliendo del mismo, irrumpir en la realidad.