La escritura también es una forma de libertad: Santiago Gamboa | El Nuevo Siglo
Esta pluma, es uno de los colombianos más reconocidos a nivel internacional. Con su obra “Perder es cuestión de método”, al ser traducida en varios idiomas, llegó a la crítica mundial, incluso fue llevada a la pantalla grande.
Foto Cristhian Mosquera
Domingo, 24 de Abril de 2022
Redacción Cultura

Una fascinante trama de espejos entre la realidad y la ficción, pero también entre las propias ficciones del autor, quien se juega la vida en esta perturbadora radiografía de la realidad nacional, es “Colombian psycho”, la novela más reciente de Santiago Gamboa, quien estuvo hablando sobre su obra como invitado en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Filbo.

Este libro se convierte en la segunda entrega de la trilogía en la que el escritor bogotano está trabajando desde hace varios años, la cual desde ya promete completar, e incluso agrandar a un cuarteto.

Así lo afirmó en entrevista con EL NUEVO SIGLO, donde develó sus proyectos, detalles de “Colombian psycho” y recordó los momentos más significativos de su carrera.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo se cruza en su vida con la escritura?

SANTIAGO GAMBOA: Empecé a escribir de una forma muy tímida más o menos hacia los 15 años. Un poco antes, incluso, porque comencé a leer a los ocho años de una manera bastante obsesiva, pues el mundo de los libros me parecía más interesante que el de la realidad. En la adolescencia empecé a hacer unas pruebas de escritura porque quería participar de una forma un poco más activa en ese mundo maravilloso que era la literatura. Por ejemplo, me inventaba capítulos de las novelas que me gustaban, con los mismos personajes y el mismo estilo para más o menos poder alargar lo que me había producido ese libro y al mismo tiempo practicar la escritura. Así comencé a escribir.

ENS: Cuando dio ese salto de Colombia a España y Francia, ¿cómo cambió esta experiencia su manera de concebir la literatura?

SG: Para mí el viaje fue fundamental, porque siempre consideré que viajar no era alejarme, sino acercarme a lo que me interesaba. Siempre relacioné los viajes con la literatura, con la cultura y al final con la escritura, es decir, para mí conocer nuevos mundos, ciudades y personas era como entrar también dentro de un mundo literario y además en ese mundo me consideraba una persona nueva, mientras que cuando tenía 17 o 18 años en Bogotá era una persona muy tímida que no lograba encontrar ni el más mínimo espacio como para poder desarrollar un proyecto literario. Me sentí asfixiado por la ciudad, el entorno mío, mientras que en esos lugares era alguien desconocido, alguien de la multitud; entonces en ese anonimato y esa soledad me sentí libre. Para mí esa sensación me dio la libertad suficiente para poder escribir, porque la escritura también es una forma de libertad.

ENS: “Colombian psycho” es su obra más reciente, ¿por qué decidió apostarle a una propuesta de novela negra?

SG: Primero, me disculpo porque sé que es un título un poco extraño, pero hay una novela que influenció mucho mi generación, que se publicó a principio de los años 90, fue exitosísima, comentada y debatida en todas partes, que se llama “American Psycho” y es la historia de un psicópata norteamericano en Nueva York que se mueve dentro de los mundos de la clase alta. Leí esa novela y me impresionó mucho. Treinta años después, cuando también quise mostrar en una novela gran parte de los problemas que hay en Bogotá, en esta sociedad colombiana, me acordé de ese título y me pareció un bonito diálogo con esa novela, hacer como un juego de espejos y de ahí el título “Colombian psycho”.

Aunque “Colombian psycho” está relacionada con la novela anterior, “Será larga la noche”, que son novelas negras que se ocupan de los problemas de una realidad, de una sociedad en un momento histórico determinado. Quise hacer eso en una Colombia posterior al proceso de paz, de ver un poco todos los problemas que surgieron a raíz de todos los enfrentamientos que hubo en la sociedad entre quienes estaban a favor y en contra del proceso de paz y de cómo, si bien hubo una especie de pacificación, durante unos pocos años después la situación se degradó cuando vencieron los enemigos del proceso de paz. Quería mirar un poco esa situación en la Colombia de hoy y la novela negra es muy buena para escribir sobre el presente.

Entonces hice primero “Será larga la noche” que es sobre la influencia, las iglesias evangélicas en la sociedad colombiana y después, con los mismos personajes, hice “Colombian Psyco”, porque utiliza sobre todo los tres principales, que son Julieta Lizama, que es una periodista, su colaboradora Johana y un fiscal de origen indígena.

En esta última novela entonces ellos van a vivir otra historia, otra investigación que tiene que ver con corrupción, falsos positivos y a pesar de que es una novela negra, es muy literaria, porque tiene también que ver con novelas mías, del propio autor Santiago Gamboa, que aparece como personaje dentro de la novela y que tiene una relación especial con los personajes. La suma de todo eso, me pareció muy urgente para mí poderla trabajar desde un punto de vista literario en una novela y el resultado es “Colombian Psyco”.

ENS: Aunque varias de sus obras tienen elementos autobiográficos, en esta novela incluso hay un personaje llamado Santiago Gamboa, ¿cómo fue la experiencia de meterse en su historia?

SG: Una experiencia muy interesante, intensa y profunda, porque a mí me gustan mucho los personajes con los que había convivido un tiempo largo durante la escritura de la novela anterior “Será una larga noche”, así que me gustó muchísimo como autor bajar un poco a la realidad de la novela, encontrarme con los personajes y tener una interacción. Pero al mismo tiempo fue una gran sorpresa porque no tenía planeado un itinerario muy preciso para Santiago Gamboa y fue más bien como la propia novela la que fue desarrollando la suerte de ese personaje, la forma en que ese personaje se relacionó con los demás y la propia historia.



Para mí fue muy conmovedor e importante ver a un personaje, que evidentemente soy yo, porque se me parece mucho a mí, pero al mismo tiempo que puedo observar desde lejos y cuyas características puedo modificar. Es como si uno pudiera cambiarse a sí mismo y mirarse desde otro lugar. 

ENS: Con esta obra participó en la nueva edición de la Filbo, ¿qué significa tener este espacio, en especial ahora que regresa a la presencialidad total?

SG: Una gigantesca alegría porque llevamos dos años prácticamente sin feria del libro presencial. Creo que hacía mucha falta el contacto, el encuentro con los lectores. Un escritor se pasa meses y meses solo, con su entorno familiar, pero generalmente cuando está trabajando está solo. La literatura es un trabajo muy solitario, en términos de multitud, porque uno está comunicado con otro tipo de personas, que son de la ficción, pero en el mundo real uno está solo, porque además no se puede escribir mientras se hace visita, mientras se está con la pareja o con los hijos, uno tiene que estar aislado; entonces después de un periodo de aislamiento tan largo, obligado por la pandemia, donde además escribí muchísimo, pues es una felicidad enorme volver a encontrarse con los lectores, volver a tener paneles y a estar en una mesa hablando y ver la gente reaccionar ante las palabras que uno dice. Es una sensación totalmente vertiginosa y muy bonita para un autor.

ENS: Este libro es la segunda entrega de su trilogía, ¿ya tiene planes para la tercera?

SG: Me sentí un día muy valiente y anuncié una trilogía, pero todavía estoy apenas empezando la tercera aventura. Me da mucho gusto que los lectores han recibido de una manera muy entusiasta toda esta aventura literaria, con los personajes de “Será larga la noche” y “Colombian psycho”. Eso me entusiasma y me impulsa para hacer la novela que cierra esta trilogía, que es la primera vez que hago algo así en toda mi obra, he hecho más bien como dípticos, como “Plegarias nocturnas” y “Volver al oscuro valle”, pero ahora es una trilogía. A lo mejor más adelante, me animo y hago un cuarteto para ir creciendo.