“La música como fuente para la literatura es inagotable” | El Nuevo Siglo
Ganador del Premio de Periodismo Simón Bolívar en el 2008, el también periodista cultural es autor de “La nostalgia del melómano”, “La canción de la luna”, y “Balsa de Fuego”, así como coautor del libro Jazz en Bogotá.
Foto Marcela Sánchez
Domingo, 5 de Junio de 2022
Redacción Cultura

El inmenso universo de la música, desde diferentes géneros como el rock ha girado entorno a la obra del escritor Juan Carlos Garay, cuya más reciente obra “Borealis” explora los caminos de la música clásica y se aventura a retratar lo que pasa en la mente de un compositor clásico.

“Akiralia es un lugar legendario, hogar de avestruces, hombres pájaros, tiranos y revolucionarios; una tierra de arquitectura monumental, gloria pasada y decadencia. Allí llegarán un compositor y un intérprete en épocas distintas: el primero, en busca del éxito, y el segundo, en la madurez de su carrera. Ambos presenciarán eventos cósmicos sorprendentes, que cambiarán no solo el rumbo de sus vidas, sino también el destino del universo”, menciona la sinopsis de la cuarta novela del autor originario de Lima, pero colombiano de corazón.

“Borealis”, publicado bajo el sello Alfaguara, es una novela que seduce con una trama, en la que se unen elementos distópicos, la observación de los astros y, por supuesto, la música.

Sobre los personajes, la historia y el proceso de escritura de su nueva obra, y su carrera literaria, el autor habló en entrevista con EL NUEVO SIGLO.


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EL NUEVO SIGLO: El periodismo ha sido su profesión desde el inicio de su carrera, ¿en qué momento llegó a su vida la escritura?

JUAN CARLOS GARAY: Si, estudié periodismo pero siempre había tenido una inquietud hacia las artes en general y hacia la cultura. De hecho, la fuente que siempre he cubierto como periodista es la cultural y, específicamente, la música. También había esa inquietud sobre todo cuando uno se da cuenta que el periodismo está absolutamente ligado a la verdad y a lo que es comprobable. Hay otro terreno, que es el de la imaginación, que no entra ahí definitivamente. Puede haber una creatividad en la escritura, pero uno no se puede desligar de la verdad.

Entonces a raíz de una investigación periodística que estaba haciendo pero que no me llevó a ningún lado, porque llegué a las fuentes principales y no me confirmaron la información, me di cuenta que tenía una muy buena historia. Es cuando en el 2005 escribí “La nostalgia del melómano”, mi primera novela, que es la historia de un coleccionista de discos viejos que tiene que resolver un misterio acerca de una supuesta grabación que hubo en los años 70. Ahí descubrí que podía escribir en este otro campo, el de la ficción.

ENS: La mayoría de su obra literaria gira alrededor de la música, ¿Qué lo conecta con este arte?

JCG: Creo que la conexión se debe a que cuando estaba muy pequeño empecé a perder el oído, es decir, alcancé a perder cerca del 40% de la audición debido a una enfermedad gradual, que se llama otitis. Gracias a que se detectó a tiempo y se hicieron cuatro cirugías en un lapso de cuatro años, pude recuperar el oído, pero alcancé a percibir qué es la sordera. Esa es una experiencia de niñez que tengo. A los 11 años, después de la cuarta cirugía, recuperé el oído y lo que generó en mi fue una apreciación inmensa de lo que significa escuchar. Y de la música, porque entre las posibilidades que tenemos para escuchar en este universo, la música es la más bella de todas.

ENS: ¿Qué ha descubierto en el oficio de escritor?

JCG: Sobre todo en la novela, aunque también escribo ensayos y crónicas periodísticas, pero en este momento, llegando a la cuarta novela publicada y trabajando en la quinta, creo que es un género fascinante en el cual no hay unas reglas establecidas, sino que las vamos creando de acuerdo con la historia que queramos contar y es una aventura. Es algo fascinante y difícil explicar.

ENS: Hace unos días lanzó “Borealis”, ¿cuál es la génesis de esta nueva novela musical?

JCG: Todos los años en enero asisto, porque además colaboro estrechamente con ellos, al Festival de Música Clásica de Cartagena, y me acuerdo que en una edición interpretaron unas obras de un compositor llamado Giovanni Pergolesi, un compositor italiano que vivió a comienzos del siglo XVIII. Mirando el programa de mano me di cuenta que él nació en 1710 y falleció en 1736, es decir que vivió 26 años. Y me asombraba porque este era un “chino” que dejó esas grandes obras. Esa fue la primera inspiración, porque dije “esto parece de novela”. Entonces me inventé a ese compositor, que es Apogeo Borealis, que es quien le da nombre a la novela.

Entonces fue crear un compositor con unas características que vivió más o menos como entre los siglos XVII y XVIII, y crear todo un mito, porque dentro de la novela este compositor es un punto de referencia para la historia de la música. Era inventarse la biografía, las obras que él tocaba y su impacto en el mundo de la música.

ENS: Anteriormente mencionó que al terminar esta novela se dio cuenta que en realidad escribió dos ¿Cómo fue la experiencia de escritura de este libro?

JCG: Si, porque en realidad se están narrando dos historias paralelas. Una que es la historia del compositor Borealis, que para mí es como el eje, y la otra es dos siglos después en la misma ciudad, de un músico que llega a interpretar la obra de Borealis y se encuentra con una serie de sorpresas.

Lo que pensaba era que iba a hacer como un contrapunto de estos dos personajes, como una sola historia. Después me di cuenta que yo estaba escribiendo dos novelas prácticamente. Son dos historias que tienen puntos de encuentro, pero que también en muchos momentos van cada una por su lado.

Me acuerdo incluso que empecé a escribir la novela en el mismo orden en que la van a leer los lectores y después dije “no, esto es muy difícil para mí” porque mentalmente me quedaba muy difícil saltar del siglo XVII al siglo XX cada capítulo, por eso decidí escribir primero los capítulos impares y luego los pares.

ENS: ¿Cómo definiría a Apogeo Borealis y Arthur Bradley, los protagonistas de esta historia?

JCG: Apogeo Borealis es un compositor extraordinariamente talentoso para su edad y su tiempo, que termina siendo víctima de su propio talento; y por otro lado, Arthur Bradley es un músico que ya está en la última parte de su carrera artística, que ya lo que busca es irse a descansar y está simplemente haciendo una última gira artística para interpretar las composiciones que dejó Borealis, pero también le pasa todo lo contrario: él lo que quiere es descansar y termina metido en una serie de problemas que lo van a llevar algo mucho más agitado.

ENS: ¿Qué representa en este punto de su carrera “Borealis”?

JCG: Es mi cuarta novela y es especial porque es lo que queda del paso por la tierra tan efímero que tenemos. Creo que estoy estructurando un aporte, que es una literatura con muchos elementos de música, y he notado que la música como fuente para la literatura es inagotable. En mi primera novela hablaba de la música, pero desde una perspectiva del coleccionismo; la segunda tenía más que ver con una canción y cómo se transforma dependiendo de quién la canta; la tercera tenía que ver con los grupos de rock; y esta cuarta es más un análisis sobre el compositor: ¿Qué pasa dentro de la mente de un compositor? ¿Qué lo lleva a decir “quiero crear una obra” con un material tan invisible como es el sonido?