“Los museos también lloran”, del artista Juan Uribe, busca abordar los temas que se han mantenido silenciados, remarcando también la superficialidad, las contradicciones, las apariencias y las precariedades presentes en el mercado del arte y los agentes que lo componen.

Esta exposición cuenta con una instalación visual, la cual es comisionada por el Museo de Arte Moderno de Bogotá, donde se encuentra exhibida hasta el próximo año.

La muestra fue presentada en el marco de “Viceversa”, que surge tras el análisis profundo y la revisión contemporánea de la Colección del Museo. En este sentido, sugiere interpretaciones alternas que desafían las narrativas visuales convencionales, adoptando un enfoque “a la inversa” al tiempo que propone conexiones, contrapuntos visuales y conceptuales inusuales.

Arte conceptual

Juan Uribe, caracterizado por la simplicidad, la ironía y la picardía, presenta esta muestra haciendo uso de gestos que se refieren directamente a diversas corrientes artísticas, tales como el arte conceptual y la crítica institucional. El artista reinterpreta de manera independiente el marco de influencias que lo conforman.

En “Los museos también lloran”, el bogotano se apropia y reinterpreta la obra “Apolítico” (2001), del artista cubano Wilfredo Prieto, en la que instala 45 banderas incoloras en la octava Bienal de La Habana, y repite el gesto despojando las banderas de Bogotá, Colombia y el Mambo de su significado, generando reflexiones en torno a la burocracia presente en las instituciones.

Las inscripciones “Yo estudié artes para decorar el Mambo" y “Tu tan Bienal de Venecia” y “Yo tan Artbo” son una consigna que abarca la superficialidad y la subordinación que rige las relaciones entre artistas, museos y espectadores.

Diagramas de Venn

Continuando con el análisis acerca de las relaciones entre los diferentes agentes del mundo del arte, el artista hace uso de diagramas de Venn o ilustraciones de conjuntos que son presentados en los ventanales del Museo a manera de radiografías de sí mismo, el mercado y las instituciones culturales.

Cabe destacar que un diagrama de Venn se utiliza en diferentes áreas. Son círculos que se superponen u otras figuras para ilustrar las relaciones lógicas entre dos o más conjuntos de elementos.

Por último, en esta muestra el artista crea dobles falsificaciones en mercancías del Mambo, en las cuales combina el nombre del Museo y logos de marcas reconocidas que comienzan con la letra “M”, autenticando el proceso de falsificación en una acción que se legitima a sí misma. 

Según Eugenio Viola, “la ironía cáustica de Juan Uribe recuerda un modus operandi cercano al de la crítica institucional. Su intervención problematiza, al igual que este ilustre movimiento conceptual, las ideologías y estructuras de poder que subyacen a la circulación, exhibición y discusión del arte contemporáneo, así como el funcionamiento de instituciones como los museos”. En ese sentido, “Los museos también lloran” se inscribe en el espacio museal, negando la sacralidad del mismo y afirmando una autodeterminación propia de una obra con agencia.

Arte occidental

El trabajo de Juan Uribe abarca texto, dibujo, collage, pintura y escultura, brindando una perspectiva latinoamericana sobre las dinámicas de dominio y poder creadas por la enseñanza histórica del arte occidental. Asumiendo las narrativas heredadas, pero negándose a aceptarlas, Uribe las representa con un cruce de humor, ironía e irreverencia frente al dominio y a los privilegios asociados a las obras canónicas occidentales, así como el culto que se les rinde a sus  artistas. Al apropiarse e imitar a otros artistas revela afecto por su trabajo, al mismo tiempo que plantea una burla a las convenciones de la cultura de la galería contemporánea y a las expectativas del público.

Esta exposición forma parte de la celebración de los 60 años del Museo de Arte Moderno de Bogotá, además de una programación expositiva que resalta los pilares de la institución, refleja el pasado y se proyecta al futuro, y trae propuestas artísticas con un gran contenido histórico y social. A través de las distintas muestras, el museo reafirma el compromiso con el arte y la cultura del país.

Según Claudia Hakim, directora del Mambo, “este año, y con el fin de celebrar 60 años de existencia, traemos una serie de exposiciones que giran en torno a temáticas que generarán discusiones y reflexiones claves para nuestra sociedad. Nos interesa impulsar el debate a través de las expresiones artísticas. También tendremos experiencias que salen del espacio del Museo con Mambo Extramuros, una iniciativa que materializa lo que tanto hemos construido: que el Museo permee nuestra ciudad. El Mambo se mantiene vivo y es gracias a los visitantes, artistas, coleccionistas y a los creyentes de la cultura que podemos seguir proyectándonos con nuevas propuestas y con una amplia oferta educativa.

Horarios

Martes a sábado de 10:00 a.m. a 6:00 p.m.                                                            

Domingo y festivos de 12:00 m. a 5:00 p.m.

Los martes después de festivo está cerrado.          

Todos los jueves de 6:00 a 9:00 p.m. hay franjas extendidas gratuitas.