Luis Carlos Figueroa Sierra tenía cuatro años cuando supo que quería ser pianista. Hoy, a sus 100 años, le pide a la vida más tiempo, salud y oportunidades para seguir tocando el instrumento que lo ha llevado a consagrarse como uno de los músicos más importantes de Colombia.
La semana pasada el Ministerio de Cultura le otorgó el Premio Vida y Obra al músico, compositor y director de orquesta, reconocido como uno de los nombres más importantes del panorama musical académico en Colombia de la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI.
“He hecho estudios superiores de piano, composición musical, de cámara, de director de coros y orquesta y de educador, pero el talento lo llevo en la sangre. Todavía, aun cuando la salud a veces no me ayuda, sigo tocando el piano. Ha sido para mí un gran honor, así como para mi esposa Julieta Peña y para mis hijos Gloria y Luis Carlos Figueroa Peña”, le dijo el artista a EL NUEVO SIGLO.
El caleño tiene una gran trayectoria: estudió música desde niño y en 1950 se fue becado a Europa, donde aprendió de grandes maestros. Cuando regresó fue director del Conservatorio de Música de Cali durante 15 años, compositor adscrito al Instituto Colombiano de Cultura (Colcultura) y miembro del Consejo Nacional de Música. Su catálogo, además, sobrepasa las 100 obras completas.
Sus inicios
Nacido el 12 de octubre de 1923 en la capital del Valle del Cauca, a Figueroa se le ha considerado el heredero natural de su coterráneo, el compositor Antonio María Valencia (1902-1952), quien fuera su profesor de piano. Justamente Valencia fundó y dirigió el Conservatorio de Música de Cali, en el que Figueroa empezó sus estudios formales después de haber obtenido sus primeras enseñanzas en el piano por parte de su tía Angélica Sierra, con quien vivía. Después de ser miembro de la Coral Palestrina y de actuar como solista con las sinfónicas del Valle del Cauca, Bogotá y Medellín, a sus 25 años se convirtió en director de la orquesta del Conservatorio.
No cabe duda que Figueroa ha establecido una comunión entre las tradiciones musicales de Colombia y las tendencias del arte occidental del siglo XX, con las cuales tuvo contacto durante sus años de especialización en Europa. Además, ha demostrado un extenso mundo sonoro, que representa diversos momentos y estilos, con los que ha enriquecido el repertorio de música colombiana en ámbitos muy amplios y ha logrado presencia nacional e internacional.
“La obra de Luis Carlos Figueroa es, sin lugar a dudas, un referente excepcional para la historia de la composición musical en Colombia y América Latina. Su incidencia en pianistas, compositores, intérpretes de música de cámara y sinfónica es evidente”, destacaron los jurados que le otorgaron el premio.
“Gracias a Dios y a mi familia, que me han apoyado en todos los aspectos, en especial a mis hijos y a mi esposa. En estos 10 años pude hacer lo que tenía que hacer, realmente ha sido una consagración al arte”, destaca el artista.
Distinción
Por su brillante trayectoria ha recibido diversas distinciones y homenajes de instituciones oficiales y privadas entre otras la Orden al Mérito Vallecaucano, la distinción Canciller de las Ciudades Confederadas, la Cruz de Caballero, el título de Doctor Honoris Causa en Música y de Profesor Distinguido de la Universidad del Valle, la medalla Antonio María Valencia del Instituto Departamental de Bellas Artes, la Medalla al Mérito Cultural en Música de Proartes, la mención de reconocimiento del Congreso Nacional de la República, la distinción de Humanista Eximio de la Fundación Humanismo y Medicina, el documental sobre su vida titulado “Tres colores del tiempo”, del Grupo de Investigación Audiovisual Interdís de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín; la creación, en 2006, del Concurso de Música Iberoamericana para piano Luis Carlos Figueroa por la Universidad del Valle. Por concurso, en 2017 recibió el Premio Nacional a las Artes y a las Letras otorgado por la Universidad de Antioquia. En 2018 recibió homenaje con el concierto monográfico “La música de Luis Carlos Figueroa”, por la biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, en el marco del ciclo de conciertos de música de cámara “Retratos de un compositor”.
En 2020 recibió reconocimiento de Profesor Emérito en el marco de los 75 años de la Universidad del Valle. En mayo de 2023 recibió de Funmúsica el homenaje a toda una vida en el marco de la inauguración del Festival de Música Andina Colombiana Mono Núñez.
Su producción musical es muy amplia y comprende 100 obras completas originales, catalogadas en diversos géneros (vocal, coral, instrumental solista, música de cámara, sinfónica y concertante). Además, ha realizado 19 arreglos y versiones orquestales de otros compositores. Muchas de sus obras han sido interpretadas, publicadas y grabadas en Colombia y en otros países. Dentro de sus obras más destacadas se encuentran: "Concierto para piano y orquesta en la menor", "Preludio y danza colombiana, "El boga, boga bogando", "Suite para orquesta", "Concertino para flauta y orquesta de cuerdas y timbales", "Sonata para violín y piano", "Cuarteto para orquesta de cuerdas".
Su obra musical fusiona técnicas de composición académicas europeas con varias prácticas musicales tradicionales populares y folclóricas. Su obra se puede considerar reflejo y fruto del mestizaje que ha sido fundamental en la formación de Colombia a lo largo de su historia. Sintetiza a la perfección la visión de su mentor, Antonio María Valencia, de crear una música culta colombiana de alcance universal.