Teresa Vásquez Casierra es partera y representante de la Asociación de Parteras La Cigüeña, cuyo saber fue clave para que la "Partería: conocimientos, habilidades y prácticas" fuera declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Que los bebés son traídos por las cigüeñas, cuentan. Que lo dice clarito uno de los cuentos del danés Hans Christian Andersen: “Sé dónde se halla el estanque en que yacen todos los niños chiquitines, hasta que las cigüeñas vamos a buscarlos para llevarlos a los padres”. Que una de ellas entregó a Dumbo, envuelto en una sábana blanca, a una elefanta de circo y anunció: “Traigo señora un lindo bebé, desde el cielo para usted”. Que cuando regresan de su migración o anidan en los techos de las casas, siempre hay nuevos nacimientos. En Tumaco (Nariño), las cigüeñas no son aves de patas largas y picos puntiagudos que han alimentado un mito popular. Son parteras, casi todas con turbante, que viajan en lanchas por las aguas del Pacífico para salvar vidas. Teresa Vásquez Casierra o, como todas le dicen, Mamá Tere, es la representante de la Asociación de Parteras La Cigüeña y una de ellas.
En un cuarto estrecho de paredes blancas, con una atmósfera que dista de ser evidencia de los 29 °C de afuera, sobresale un dibujo del aparato reproductor femenino, coloreado en marcador rosado, junto a un texto que explica de qué se trata la Asociación de Parteras La Cigüeña. Del uso de las plantas. Del vínculo con el territorio. Del proceso de aprendizaje. Del poder de la observación. De otras mujeres. De la influencia del ambiente sobre el cuerpo. De los ciclos de la Luna. Del frío, del calor, de la humedad. De las propiedades curativas del agua, el fuego, la tierra. De la naturaleza como una aliada. De salvaguardar y fortalecer un saber que acompaña cálidamente a la mujer, a su cuerpo, a su bebé.
Gestora y patrimonio
Agarrada de una de las dos camillas que se encuentran ahí, Mamá Tere enuncia de pie: “Soy gestora y soy patrimonio, soy la que ayuda a otras compañeras a multiplicar este saber y este conocimiento”. Usa un turbante rosado con verde y una franja azul que delimita la mitad de su frente. Dos borlas doradas le cuelgan de las orejas. Su camiseta es negra. Los ojos caídos le suavizan la marca del entrecejo. “El arte de la partería ayuda a salvar vidas. Muchas veces, en los lugares recónditos de este departamento no se encuentra un médico o una enfermera, pero sí se encuentra una partera. Y lo que yo quiero es que allá en ese lugar haya una partera capacitada, organizada y con todos sus equipos para que pueda atender un parto bien”, dice.
Mamá Tere aprendió el saber de la partería tradicional desde que abrió los ojos. Al menos, así se lo relataba su mamá: “Ustedes nacieron con su abuelo Manuel, que era partero en todos los lugares donde él estaba y las trajo a ustedes a este mundo”. Aunque en un principio quería ser enfermera, una tía paterna que llevaba su mismo nombre y vivía entre Buenaventura y Tumaco fue su guía y su maestra “en este arte hermoso que es la partería: traer vida a este mundo”. Hoy suma 10.000 partos y ninguna muerte.
La Asociación de Parteras La Cigüeña, conformada por más de 250 parteras, parteros y sabedores, no solamente se enfoca en que esas vidas sean posibles, sino en que este saber perdure con las nuevas generaciones. “Realizamos talleres con grupos de personas de Tumaco y sus alrededores sobre el uso de las plantas medicinales para que aprendan los nombres de cada planta, para qué sirven y así puedan ayudar a dar vida. Lo más lindo es ver el nacimiento de un bebé”.
A este cuarto, el de Mamá Tere, llegan mujeres de la región que todavía no saben de sus embarazos. “Yo les toco la barriguita y les digo: usted está embarazada –cuenta ella–. Desde ese momento se les empieza a hacer un seguimiento mes a mes”. Lo más importante, dice, es que esa vida que llega tenga una buena salud y expectativa, que el acompañamiento se les haga a la familia, a la embarazada, a su bebé y que la madre genere un vínculo con su voz, con el canto.
“Salvar la vida es salvar el territorio, salvar nuestro pueblo, salvar nuestra gente. Nosotros no trabajamos solamente con gente afro, trabajamos con toda la gente que venga. Sobre todo, yo, Teresa. A mí no me importa ni el color ni el bolsillo. Me importa salvar una vida”.
Patrimonio cultural
Este 6 de diciembre, la partería fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Colombia había presentado ante la Unesco una nominación multinacional para su inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El trabajo aportado por Colombia para la consolidación del expediente de nominación contó con la participación del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y el liderazgo de la Asociación de Parteras Unidas del Pacífico - Asoparupa (Buenaventura), la Red de Parteras del Chocó - RediparChocó, la Asociación de Parteras La Cigüeña (Tumaco), así como con el apoyo de grupos constituidos de parteras del Cauca y Nariño, la Comisión Nacional de Cooperación con la Unesco y expertos de la salud pública.
La partería tradicional hace parte de las prácticas ancestrales afros, indígenas y campesinas de nuestro país. Estos saberes representan un legado invaluable para la salud y la vida de las comunidades en los territorios, en tanto que garantizan su continuidad y reconocen un sistema propio de medicina tradicional, al tiempo que fortalecen procesos organizativos a nivel regional, departamental y municipal.
Desde 2019, con el liderazgo de organizaciones comunitarias afrocolombianas como Asoparupa, Rediparchocó y La Cigüeña, que reúnen alrededor de 1.000 parteras, junto con el acompañamiento técnico del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Nacional de Cooperación con la Unesco Ejercida por el Ministerio de Relaciones Exteriores y las entidades gubernamentales de Alemania, Chipre, Eslovenia, Kirguistán, Luxemburgo, Nigeria y Togo, se inició un trabajo conjunto para elaborar el expediente de nominación titulado: “Partería: conocimientos, habilidades y prácticas” el cual fue presentado de manera oficial a la Unesco en 2022 para solicitar su inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
DESTACADO: “El arte de la partería ayuda a salvar vidas. Muchas veces, en los lugares recónditos de este departamento no se encuentra un médico o una enfermera, pero sí se encuentra una partera