Metaverso: ¿cómo aprender otro idioma en la realidad virtual? | El Nuevo Siglo
Interactuar con franceses, por ejemplo, mientras da un recorrido por los Campos Elíseos sin salir de casa, es ya una realidad.
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Sábado, 4 de Junio de 2022
Redacción Cultura con AFP

Metaverso es esa palabra que actualmente está en boca de todos pero que no mucha gente sabe qué significa o de qué utilidades puede beneficiarse. Conscientes de su potencial, los expertos de Babbel, la plataforma de aprendizaje de idiomas online más vendida del mundo, han querido analizar las oportunidades que ofrece a los usuarios para el contacto con otras lenguas.

La palabra metaverso significa más allá del universo: “meta” viene del griego y significa “más allá”, y “verso” se refiere a “universo”. Este nuevo fenómeno puede entenderse, de manera resumida, como un espacio virtual en el que es posible comunicarse a través de avatares caracterizados, que representan a cada persona, en el que los kilómetros de distancia se diluyen.

Entre realidad virtual y el tiempo-espacio

Aunque parece una historia de ciencia ficción, el metaverso deseado y descrito por Mark Zuckerberg, el jefe de Facebook, es una realidad que irá tomando forma poco a poco en el mundo tecnológico, a pesar de las críticas y preocupaciones en torno a ella. 

“Va a haber nuevas formas de interactuar con los dispositivos que van a ser mucho más naturales que pulsar un teclado o un botón. Vas a hacer un gesto, o a decir unas palabras. Incluso solo tendrás que pensar en una acción para hacerlo”, afirmó el fundador del gigante de las redes sociales.

Desde el lanzamiento en el 2020 del casco de realidad virtual Quest 2 de la marca Oculus (adquirido por Facebook en 2014), se han vendido alrededor de 1,87 millones de dispositivos en todo el mundo, según los investigadores del centro Statista.

En este momento, se utilizan principalmente para juegos de inmersión, con mandos y controles para simular un partido de tenis, por ejemplo. Sin embargo, Facebook también ha empezado a construir espacios más informales, como las “salas de trabajo”, donde los participantes aparecen alrededor de una mesa redonda como avatares personalizados que parecen personajes de dibujos animados.

Todavía estamos muy lejos de la novela distópica de Ernest Cline “Ready Player One”, en la que la mayor parte de la humanidad escapa de un mundo en crisis, adentrándose en un sistema global de realidad virtual (RV), a través de un visor, guantes o ropa táctiles. 

“Pero dentro de cinco o diez años, muchas de estas tecnologías se convertirán en algo común”, dijo Zuckerberg.

Los equipos, cascos de RV o gafas de realidad aumentada no solo proyectarán imágenes en muy alta definición y en 360 grados, sino que también serán capaces, mediante sensores, de reproducir el aspecto físico de una persona, desde el grano de su piel hasta sus expresiones faciales, de forma ultrarrealista y en tiempo real.

Incluso, Facebook está trabajando en un casco diferente al de Oculus, llamado Cambria, que sería más cómodo para poder llevarlo durante más tiempo y contaría con nuevas herramientas. 

“Los avatares pueden mirarse a los ojos de forma natural”, celebró Angela Chang, directora de dispositivos de realidad virtual de Meta. “Combinamos una batería de sensores con algoritmos de reconstrucción del mundo físico, con profundidad y perspectiva”, explicó. 



Los beneficios del universo virtual

Es por eso que ahora se puede interactuar con franceses, por ejemplo, mientras da un paseo por los Campos Elíseos sin salir de casa, lo cual es ya una realidad gracias al metaverso. La accesibilidad para conocer a personas nativas es una gran ventaja que nos ayuda no solo a adquirir vocabulario en otro idioma, sino también a mejorar otros aspectos como la pronunciación o la comunicación no verbal.

En el metaverso se puede hablar con cualquier persona mientras se pasea por la calle, se compra en un supermercado o se hace turismo; de esta manera, las conversaciones surgen de forma natural, fluida y con un lenguaje cotidiano.

Las posibilidades que ofrece el metaverso son casi inabarcables; sin embargo, en lo que respecta a los idiomas, los expertos de Babbel destacan las siguientes ventajas al salir a pasear en este universo digital con el cometido de perfeccionar una segunda lengua:

1. Acceso a la pronunciación nativa

Una de las principales patas a la hora de aprender un idioma es la pronunciación. Por ello, hablar es una buena manera de practicar. Precisamente, comunicarse con un nativo ayuda a adquirir algunas nociones fonéticas que suponen un gran avance en el aprendizaje y el metaverso democratiza el acceso a hablantes de todos los idiomas.

Antes de aventurarse en el metaverso, los lingüistas recomiendan aprender o entrenar el nuevo idioma. Babbel, por ejemplo, cuenta con un servicio llamado Babbel Live, que ofrece clases en vivo con grupos reducidos de alumnos. Otra de las herramientas disponibles es el sistema de reconocimiento de voz de la aplicación, donde se puede evaluar la pronunciación.

2. La visión del lenguaje corporal

Al hablar, la boca no es la única parte del cuerpo que puede ayudarnos a transmitir el mensaje. En el metaverso, al estar simulando una situación real se observa también a la otra persona y su lenguaje corporal. Esto permite entrar en contacto con la comunicación no verbal, un punto fundamental también con una nueva lengua que se esté aprendiendo.

3. La seguridad de la pantalla

El metaverso simula situaciones de la vida real sin la necesidad de moverse de casa, ya que se pueden entablar conversaciones en otro idioma con personas en cualquier parte del mundo. Esta situación evita la barrera física que tantas veces supone una limitación para muchas personas, ya que les permite expresarse con mayor tranquilidad, sin miedo ni vergüenza, y convertir la experiencia en un verdadero aprendizaje.

La tecnología avanza, proporcionando a la sociedad nuevas herramientas. El metaverso es un claro ejemplo de ello, al ofrecer nuevas oportunidades y opciones educativas para personas que no tienen al alcance experiencias en el extranjero. Entre tanto, los idiomas continúan siendo vitales para generar entendimiento mutuo entre todos, ya sea en la calle o en los entornos digitales que poco a poco se van incorporando a nuestra vida.