Notre Dame, la imponencia de un tesoro que renace de las cenizas | El Nuevo Siglo
El edificio gótico estará disponible al público con una nueva morada para sus reliquias más sagradas. / Foto AFP

Viernes, 8 de Noviembre de 2024
Redacción Cultura

Cinco años después de que las llamas redujeran a escombros parte de uno de los monumentos más emblemáticos del mundo, la Catedral de Notre Dame volverá a abrir sus puertas el próximo 7 de diciembre.

Será un evento histórico de gran significado tanto para Francia como para el mundo entero. Este día marcará el fin de una larga reconstrucción que comenzó después del devastador incendio de abril de 2019, que destruyó gran parte del techo y la aguja de la iglesia. 

Según lo programado, la reapertura será, como es debido, con una ceremonia religiosa que contará con la presencia de importantes figuras políticas, religiosas y culturales, incluida la del presidente Emmanuel Macron.

La catedral se alista para su próxima reapertura con la construcción de un gran relicario que albergará las tres supuestas reliquias de la Pasión que conservaba en su interior: la corona de espinas, un clavo de la crucifixión y un trozo de madera de la cruz.

Esta nueva pieza de artesanía, elaborada en la Fundación de Coubertin de París, sustituirá al anterior soporte de la corona de espinas, que se dañó en el incendio.

Las peripecias

El presidente Macron había anunciado su deseo de reconstruirla durante cinco años y convertirla en una catedral "más bella que antes" y para lograrlo inició una colecta nacional.

Las promesas de donaciones llegaron de todo el mundo, desde grandes fortunas hasta personas anónimas, superando los 800 millones de euros (unos 880 millones de dólares).

Mientras tanto, las investigaciones preliminares apuntaban a "pista accidental": cortocircuito, "punto caliente" provocado por una soldadura, un cigarrillo…

Y muchos se preguntaron: ¿Debe reconstruirse Notre Dame de manera idéntica? Pronto surgieron las controversias.

Macron estuvo a favor del enfoque contemporáneo, mientras que el arquitecto principal, Philippe Villeneuve, amenazaba con dimitir si se alteraba la catedral, restaurada en estilo gótico en el siglo XIX por el arquitecto Eugène Viollet-Le-Duc.

Incluso, varias asociaciones, que hasta acudieron a la justicia, acusaron a las autoridades de minimizar el riesgo de contaminación por plomo (más de 400 toneladas, según algunas fuentes) que se evaporó durante el incendio y se depositó en el suelo.

Otro de los obstáculos que tuvo la reconstrucción de la edificación fue que, en otoño e invierno, las inclemencias del tiempo detuvieron las obras, especialmente cuando los vientos superan los 40 kilómetros por hora.

El desmontaje de los 40.000 tubos del andamio exterior torcidos y soldados por el fuego era inminente cuando estalló la epidemia de covid-19. Este oficio no fue nada fácil para los trabajadores de la obra

El confinamiento paralizó nuevamente el proyecto, que se reanudó progresivamente a fines de abril de 2020.

Limpieza y seguridad

Se utilizaron robots para limpiar la nave, donde era peligroso circular, mientras los obreros al aire libre, sobre la gran bóveda, despejaban a mano los escombros.

Se instalaron sensores para detectar cualquier movimiento sospechoso, mientras que el gran órgano, salvado del fuego, pero cubierto de polvo de plomo, fue desmontado en diciembre de 2020 para limpiarlo gradualmente.

Garantizar las condiciones de seguridad e higiene para acometer los trabajos más importantes en la catedral tomó más de dos años, hasta agosto de 2021.

Fue un proyecto que no paró nunca, incluso cuando París estaba paralizada parcialmente por la pandemia. Pero la esperanza de reabrir en abril de 2024 se desvaneció.

El agujero en el tejado dio paso a un bosque de andamios que en pocos días cubrieron los alrededores. También se reforzaron los 28 arcos arbotantes. Se tuvo que desmontar el andamio que rodeaba la aguja. Solo este trabajo involucró una enorme cantidad de obreros de 15 oficios distintos, 68 talleres y alrededor de 250 empresas, con un costo de 150 millones de euros (unos 170 millones de dólares).

Un detalle que facilitó el proceso de restauración fue que los arquitectos establecieron un calendario preciso para los trabajos, ayudados por la digitalización 3D de la catedral, mientras que se talaron mil robles en los bosques de Francia para reconstruir la aguja y el crucero del transepto.

Sorpresas y demás

A principios de marzo de 2022, excavaciones preventivas revelaron un sarcófago de plomo y restos del antiguo coro alto de la catedral del siglo XIV, una tribuna de piedra que separaba el coro litúrgico de la nave y los fieles.

Bajo capas de suciedad acumulada por el incendio y el tiempo, una de las dos capillas de prueba limpiadas reveló decoraciones pintadas de colores vivos de Viollet-Le-Duc.

El arzobispado Laurent Ulrich anunció que renovaría el interior y en junio de 2024 presentó sus planes: un eje central depurado, un nuevo mobiliario litúrgico minimalista en bronce marrón y 1.500 sillas de diseño en roble. Las nuevas vestimentas litúrgicas son diseñadas por el estilista Jean-Charles de Castelbajac.

Carrera contrarreloj

La fase de reconstrucción y restauración comenzó en la primavera de 2022 en el sitio de la catedral y en numerosos talleres (carpinteros, maestros vidrieros, canteros...). Una carrera contrarreloj que se inició para cumplir los plazos y permitir la reapertura este diciembre.

La fecha del 7 de diciembre se sugirió por primera vez en octubre de 2022. Se confirmó que Notre Dame permanecerá cerrada durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París.

Se han superado importantes desafíos tecnológicos: las estructuras de la nave, el coro y la aguja, reconstruidas de forma idéntica, con roble macizo, estuvieron terminadas en marzo de 2024.

Desde febrero pasado, la aguja, idéntica a la de Viollet-Le-Duc, reapareció en el cielo. Recuperó sus ornamentos de plomo, su cruz y su gallo, símbolo del retorno de la luz después de la noche para los cristianos.

También se instaló un nuevo sistema de protección contra incendios, único en Francia para una catedral.

Plazos cumplidos

A pocas semanas de la reapertura, el "proyecto del siglo" ha mantenido su rumbo a pesar de la muerte accidental en agosto de 2023 del general Jean-Louis Georgelin, quien estaba a cargo de la restauración y a quien se rindió un homenaje nacional.

La fase de reconstrucción tuvo un costo de 550 millones de euros de los 846 millones en donaciones, dejando un excedente de casi 150 millones para trabajos de restauración exterior no previstos inicialmente.

En esta nueva era de la catedral, el 11 de diciembre se escucharán otras voces, las del coro de los constructores de la catedral, esos hombres que pulso a pulso levantaron el imponente edificio.

DESTACADO: La fase de reconstrucción tuvo un costo de 550 millones de euros de los 846 millones en donaciones, dejando un excedente de casi 150 millones para trabajos de restauración exterior