Obra de Anton Bruckner en repertorio de Filarmónica Bogotá | El Nuevo Siglo
Bajo la dirección de Joachim Gustafsson se llevará a cabo este recital en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, a las 7:00 p.m.
Foto Filarmónica de Bogotá
Viernes, 4 de Marzo de 2022
Redacción Cultura

Tensión, dramatismo y lírica puramente romántica son los elementos del concierto que la Orquesta Filarmónica de Bogotá presentará este sábado, en el que la obra de Anton Bruckner conformará el repertorio.

El recital, en el cual la Orquesta interpretará la “Sinfonía N.° 2” de Bruckner, tendrá lugar en las tablas del Teatro Jorge Eliécer Gaitán, a las 7:00 p.m. Una sinfonía con un amplio uso de las pausas dentro de los movimientos, que en su momento llevó a que se le conociera como “la sinfonía de las pausas” (Pausensymphonie).

Bruckner: innovador y visionario

Según Carolina Conti, experta de la Filarmónica, Bruckner es uno de los principales nombres en la historia de la sinfonía. En la mitad del siglo XIX, el compositor austriaco fue un innovador y un visionario, algo que logró a pesar de las vicisitudes que vivió y también a pesar de su personalidad.

Era un hombre tímido, inseguro, de raras manías y apegado a sus orígenes en la Austria rural, a quien la vida de la gran ciudad de Viena intimidaba enormemente. De comportamiento y apariencia poco refinados, fue blanco de no pocas caricaturas en la elegante Viena, lo que aumentó sus inseguridades y, junto a las duras críticas a su obra, le significó momentos de profunda depresión e ideas de suicidio.

“Sinfonía N.° 2”

En octubre de 1871 empezó a escribir la “Sinfonía N.° 2 en do menor” mientras participaba como organista invitado en la Exposición Universal de Londres. Poco menos de un año le tomó terminarla. El estreno se programó para 1872 con la Filarmónica de Viena, bajo la dirección de Otto Dessoff, pero no se llevó a cabo.

Los músicos se quejaron pues encontraron la obra imposible de interpretar, a pesar de que después de la compleja primera sinfonía, Bruckner simplificó su lenguaje, debido a que no quería ir en contra del espíritu conservador que dominaba en el ambiente intelectual vienés y, por otro lado, temía que su lenguaje fuera demasiado difícil para las posibilidades de la orquesta del momento.

Bruckner hizo revisiones, correcciones y cambios a la partitura, de manera que existen por lo menos tres versiones de la obra. El compositor dirigió el estreno que tuvo lugar el 26 de octubre de 1873. Después volvió a hacer ajustes a la partitura. Hoy en día la versión que generalmente se interpreta es la tercera, que data de 1877.



La batuta de Gustafsson

Este recital contará con la dirección de Joachim Gustafsson, la batuta titular de la Filarmónica de Bogotá, reconocido como uno de los directores escandinavos más versátiles de su generación.

Gustafsson hizo su debut con la Filarmónica de Bogotá en el 2012 y es también director artístico de la Orquesta Sinfónica de Boras y del Festival Internacional de Música Tommie Haglund en Suecia.

Entre las orquestas que ha dirigido se encuentran las sinfónicas de Gotemburgo y Malmö, Royal Stockholm Philharmonic, Filarmónica de Copenhague, Filarmónica Juvenil de Bogotá, Sinfónica Odense, Sinfónica de Aarhus, sinfónica de South Jutland, Kammerakademie Potsdam, Orquesta de Cámara Nórdica, la Orquesta de la Ópera de Gotemburgo, Orquesta de Vientos de Gotemburgo, Dala Sinfonietta, Gürzenich Kammerorchester Köln.

Como director y violinista, Joachim Gustafsson ha realizado el estreno de más de 200 nuevas obras, entre las que se destacan las de Tommie Haglund, de cuyas piezas ha sido partícipe en casi todos sus estrenos desde 1991. Su próximo estreno mundial será en el 2023 con el “Concierto para Piano” de Tommie Haglund, junto a la Orquesta Sinfónica de Gothenburg.