Perspectivas. Alejandro: batuta colombiana de ópera hacia Yale | El Nuevo Siglo
Es uno de los protagonistas de la escena lírica en Colombia y su repertorio suma más de 50 obras de gran envergadura entre óperas y zarzuelas.
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Domingo, 5 de Junio de 2022
Redacción Cultura

La primera mujer directora asistente de una orquesta europea, grandes voces juveniles en los podios más altos de certámenes internacionales e incluso batutas que han llegado a liderar las más prestigiosas agrupaciones. Sin duda, Colombia está cada vez más presente en el mapa mundial de la música clásica y el género lírico. Pero esto no es todo, las victorias se siguen cosechando con la llegada de Alejandro Roca, uno de los protagonistas de la dirección en el país, a la Escuela de Música de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.

La noticia significó un paso más para el talento nacional en el exterior, pues Roca se convertirá en uno de los pocos colombianos en llegar a esta institución, una de las más prestigiosas del mundo, como profesor de música y ópera.

Pero ¿cómo un director de orquesta originario de Colombia, un país en el que no es tradición la música clásica y la ópera, llega a esta destacada institución estadounidense? Aquí le contamos la historia de este pianista, maestro y director que ha dedicado su vida a este arte sonoro.



De Cali a Barcelona

“No he seguido ese camino que mucha gente espera de ese músico clásico que tiene que estar desde los cinco años estudiando, no tuve esa oportunidad”, confiesa Roca en entrevista con EL NUEVO SIGLO. El músico, aunque tarde para los estigmas que se guardan en la industria de la música, tuvo sus primeros encuentros con la música a los 17 años, en especial con géneros populares, el jazz y el rock.

Con el sabor y el calor de Cali, Alejandro se interesó en la música tocando en fiestas y eventos especiales. Pero cuando llegó el momento de sentar cabeza y elegir su proyecto de vida, por supuesto eligió estudiarla profesionalmente.

Así el joven amateur de la música entró la Universidad del Valle y en el Conservatorio de María Valencia, donde se dedicó a estudiar piano clásico. Su paso por la academia continuó con un posgrado en dirección de orquesta en la Universidad Nacional de Colombia y luego en Barcelona, donde hizo una maestría en el Conservatori Liceu, “una institución con la cual hoy en día todavía mantengo contacto, incluso he sido profesor invitado allí”, señala.

Su formación y enfoque musical siempre estuvo ligado a la música vocal, la ópera y los cantantes. “La voz humana es el instrumento más maravilloso que hay, son apasionantes las posibilidades y la capacidad emotiva que tiene. Pienso que si hay algo que toca directamente a los espectadores es el canto. Me gusta muchísimo el tema de la poesía del trabajo con los textos, además me apasiona el teatro en el sentido de lo que sucede en el espectáculo, me ha gustado siempre involucrarme no solo desde la expresión musical de las producciones, sino también desde la parte de producción técnica”.

Durante varios años se ha desempeñado como director musical en producciones líricas y de ópera con la Orquesta Nacional de Colombia, Ópera de Colombia, la Orquesta Filarmónica Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la Orquesta Filarmónica de Cali y La Compañía Estable. Así mismo, desarrolló un proyecto con la Universidad Central, con el Taller de Ópera, el cual lidera desde hace casi 15 años.

Sin embargo, al inicio en su época como pianista tuvo que encontrarse con el escenario de reemplazar a varios directores de orquesta, por diferentes imprevistos, sin ningún tipo de experiencia. Incluso, “la primera vez que me paré al frente de una orquesta no había recibido ninguna clase de dirección”, recuerda con humor Alejandro.

Por esta razón y por su deseo de descubrir este mundo de la dirección de orquesta, Roca decidió especializarse en ello, pues además afirma que “desde mis inicios tuve claro que no me interesaba ser un pianista, solista o concertista, porque no iba con mi personalidad”.

A lo largo de su carrera ha colaborado con importantes directores como Gustavo Dudamel, Rinaldo Alessandrini, Andrés Orozco-Estrada, Hilary Griffiths, Patrick Fournillier, Miguel Roa y Luiz Fernando Malheiro, entre otros.

Su repertorio suma más de 50 obras de gran envergadura entre óperas y zarzuelas y, a finales de 2020, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo tuvo el gusto de recibirlo en la ópera “Tosca”, de Giacommo Puccini, en la cual asistió al director Andrés Orozco-Estrada.



Camino a Yale

De esta forma, siendo el mentor musical de varios jóvenes colombianos, y de otros países, a su repertorio de posibilidades de vida llegó la oportunidad de postularse para ser profesor en Yale, a través de una convocatoria pública mundial, la cual confiesa no esperaba ganar.

“Si soy sincero, no creía que tuviera oportunidades. Ellos abrieron esta postulación, yo envié todos los documentos, hice todo el proceso, hice las entrevistas y ellos me ofrecieron el cargo, inclusive me lo ofrecieron sin haber estado nunca allí, no conozco aún la universidad, ni el sitio, todo ha sido virtual”.

Sin embargo, fue su experiencia en el teatro, combinada con la de docente, lo que llamó la atención de la escuela de música estadounidense. “En este momento en Yale hay algunos colombianos estudiando el énfasis de ópera; probablemente muchos de ellos, a quienes conozco, tuvieron que ver algo en el sentido de las referencias, les han contado todo el trabajo que he hecho con ellos”, supone el director de orquesta.

A pesar de estar orgulloso de esta nueva etapa que iniciará en el segundo semestre estudiantil, a partir del 1 de septiembre, afirma que no es el único que ha dejado en alto el nombre de Colombia en el exterior.

“Creo que no es solo mi caso, es un momento donde los músicos colombianos estamos tomando un lugar en el mundo muy importante. Hay muchísimos ejemplos de personas exitosas en el mundo de la música clásica como el maestro Andrés Orozco o Valeriano Lanchas y muchas personas, varios chicos que han sido mis alumnos están haciendo cosas muy importantes en el mundo de la ópera y la música clásica en el exterior”.

En este reto de docente aspira no solo a dejar en aquellos 16 jóvenes de todo el mundo que cursarán la Maestría en Ópera en Yale el repertorio tradicional, sino también llevar una pisca del talento musical colombiano e iberoamericano. “Les dejaré un poco ese conocimiento de todos mis años de experiencia en el teatro y, más allá de lo profesional, fomentaré el repertorio latinoamericano y en español”.