Retorno triunfal de torero español Padilla | El Nuevo Siglo
Domingo, 4 de Marzo de 2012

Vestido de verde esperanza y oro y con un parche sobre el ojo izquierdo, el diestro español Juan José Padilla hizo este domingo un regreso triunfal a los ruedos, apenas cinco meses después de haber recibido una espectacular cornada en la cara que le costó un ojo.

En la abarrotada plaza de Olivenza, en el suroeste de España, Padilla, de 38 años, conocido como el "tornado" de Jerez de la Frontera, hizo el paseíllo bajo una fortísima ovación de la aficción puesta en pie.

Con un traje verde y oro bordado con hojas de laurel, abrió la corrida lidiando a "Trapajoso", un toro de media tonelada de la ganadería de Núñez del Cuvillo.

La falta de visión en un ojo no le impidió realizar una faena redonda, volviendo a utilizar las banderillas y cortando una oreja en una tarde de gran emoción en la que compartió cartel con Morante de la Puebla y José María Manzanares. Ambos le bridaron sus faenas.

El cuarto de los seis astados volvió a ser para el diestro jerezano que, entre palmas y cantos de flamenco desde el público, cortó una segunda oreja.

Y al final de la tarde fue sacado a hombros de los otros toreros por la puerta grande.

El retorno de Padilla a los ruedos no dejó de impresionar a críticos y aficionados.

"Hacen falta muchos arrestos para regresar a la arena con la visión de un solo ojo, cuando él mismo afirmó en una entrevista (...) que 'con algunos toros no necesitaría dos ojos, sino cuatro'", señalaba el diario español ABC.

Padilla cumplió así la promesa de volver a vestir el traje de luces hecha justo después de su gravísimo accidente.

El 7 de octubre, durante la Feria del Pilar de Zaragoza (norte), el diestro se aprestaba a poner el tercer par de banderillas al cuarto toro de la tarde cuando el astado le hizo perder el equilibrio y, una vez en el suelo, le empitonó en la cara.

Trasladado al hospital Miguel Servet de Zaragoza, había sido sometido a una intervención quirúrgica de cinco horas.

La parte izquierda del rostro de Padilla quedó paralizada y el nervio óptico de dicho ojo resultó muy gravemente dañado, lo que desembocó en ceguera.

Pero desde su cama de hospital, el matador prometió que volvería a los ruedos. "Del toreo me voy a marchar cuando yo quiera", había asegurado al tiempo que le pedía a su apoderado que le preparase nuevas corridas.

Después vinieron otras operaciones y largas sesiones de reeducación. "He vivido de día en día intensamente en preparación, básicamente la recuparación en fisoterapia, en logopedia", explicó en una entrevista televisiva difundida por la web de tauromaquia Mundotoro.

"La aficion ha estado conmigo, apoyando en todo momento, y ahora me toca a mi devolvérselo en la plaza", agregó el diestro que, tras la de Olivenza, que calificó de "corrida soñada", tiene anunciadas otras citas con los ruedos en España y Francia.

Tras la tragedia y el esfuerzo por superarla, Padilla "tiene toda la ilusión del mundo y está deseando empezar esta nueva etapa", explicó el sábado su apoderado Diego Robles citado por El Mundo.

AFP