Casa ensamble continúa con su temporada teatral con Diario de una crucifixión, una puesta en escena de la compañía de danza, que finaliza sus presentaciones esta semana. La obra es un solo de danza-teatro que desnuda la vulnerabilidad, exhibición y desnaturalización del cuerpo.

Un espacio cerrado, una urna de cristal donde la privacidad se elimina es el escenario donde el hombre está solo frente a su existencia, y es a su vez juez y acusado, víctima y verdugo de su naturaleza. Esta puesta es una reflexión sobre las diferentes formas de conquista y de imposición, que existen frente a la cultura y la religión. Un juicio a los cánones preestablecidos, a los rituales de poder y a las ideologías.

Inspirada en la pintura-estudio según el retrato del papa Inocencio X de Velázquez, de Francis Bacon, Diario de una crucifixión es además un choque de tensiones entre el cuerpo vulnerable dentro de la urna, y el espectador. La puesta en escena es dirigida por Tino García y sus funciones son de miércoles a sábado a las 8:00 p.m.