Tom Cruise bajó en rápel del Estadio de Francia en clausura de Olímpicos | El Nuevo Siglo
Foto: Juegos Olímpicos
Domingo, 11 de Agosto de 2024
Redacción Web

La estrella del cine estadounidense Tom Cruise actuó en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París-2024, bajando en rápel del techo del Estadio de Francia, como parte del espectáculo preparado por Los Ángeles, sede del evento en 2028.

Tras tomar la bandera de manos de la gimnasta Simone Biles, Cruise salió del estadio a bordo de una moto y a través de un videomontaje, recorrió las calles de París hasta tomar un avión que le trasladó a Los Angeles, donde se tiró en paracaídas, cayendo junto al famoso panel de letras 'Hollywood', cuyas dos últimas 'oes' estaban convertidas en dos de los cinco aros olímpicos.

“Tu misión, si decides aceptarla, es llevar la bandera olímpica a Los Ángeles”, indicó el actor. 

 

La ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París comenzó este domingo en el Estadio de Francia, al norte de la capital francesa, poniendo fin de más de dos semanas de competencias deportivas.

El acto comenzó con la difusión de imágenes aéreas del Sena y de algunos momentos fuertes de un evento que comenzó el 26 de julio. El nadador francés Léon Marchand, uno de los deportistas más exitosos de París-2024 con cuatro oros en pruebas individuales, fue el encargado de apagar el pebetero olímpico situado en el Jardín de las Tullerías de la capital francesa. 

El Estadio de Francia fue escenario de una sobrecogedora secuencia: una distopía futurista en la que "el viajero dorado", interpretado por el breakdancer francés Arthur Cadre, baja de los cielos y redescubre unas Olimpíadas entre tanto desaparecidas, al igual que en su momento hizo el barón Pierre de Coubertin en el siglo XIX.

El personaje, todo luz, oro y movimiento, encarna la libertad, y flanqueado de una reproducción de la Victoria de Samotracia, una de las esculturas griegas más famosas del museo del Louvre, tiene el cometido de restablecer el ideal olímpico, simbolizado en la recomposición de los cinco anillos imaginados por Coubertin.

Todo ello al tiempo que el 'performer' Alain Roche acomete la proeza de interpretar en un piano suspendido y en vertical el himno de Apolo, redescubierto en las ruinas de Delfos e interpretado en el congreso que en 1894 decidió en París el restablecimiento de las Olimpíadas.