Un nuevo llamado de atención formuló el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo por la grave afectación que están causando en cultivos lícitos de campesinos pobres, las fumigaciones dirigidas a erradicar plantaciones de coca.
La delicada situación fue nuevamente planteada por la comunidad campesina del departamento de Nariño en un encuentro con el titular de la cartera agropecuaria y las autoridades regionales.
El ministro Restrepo Salazar compartió la preocupación manifestada tanto por voceros de los agricultores como por las propias autoridades del departamento.
Buena parte de los daños se atribuyen a la falta de precisión o puntería de los encargados de descargar los químicos dirigidos a acabar con los cultivos ilícitos.
“Yo he dicho que estas empresas con las que subcontratan los contratistas americanos para fumigar, adolecen de una mala puntería aérea y a menudo descargan el veneno en donde no es y eso afecta cultivos lícitos y desalienta al campesino honesto”, afirmó Restrepo Salazar.
Y agregó: “Esto de las fumigaciones aéreas hay que mirarlo con cuidado. Nosotros, como Ministerio de Agricultura, le hemos transmitido nuestra voz de preocupación a las otras instancias de Bogotá porque lo cierto es que este es un reclamo permanente de muchos agricultores de Colombia”.
El ministro informó que se convino con los cultivadores perjudicados y el Banco Agrario, una mesa de trabajo para que, una vez se acredite la condición de afectado por las fumigaciones, el agricultor pueda beneficiarse de un alivio.
Durante su visita a Tumaco, el ministro y otros altos funcionarios del MADR y entidades adscritas analizaron la problemática de los agricultores de la región y de discutieron soluciones y apoyos.
En ese orden de ideas se suscribieron tres convenios con las autoridades locales y departamentales, por 4.500 millones de pesos para impulsar los cultivos de cacao, palma y forestales. De esa suma, el Ministerio de Agricultura aportará $1.248 millones.
El ministro anunció una segunda fase del programa para erradicación del más grave problema fitosanitario que tiene el país, como es la pudrición del cogollo de la palma, la reapertura de una línea especial de crédito del Banco Agrario para la pesca, la cofinanciación de un estudio de factibilidad para la darle una valor agregado al cultivo del coco y la decisión del Gobierno de impulsar y apoyar, con recursos, la renovación de las plantaciones de cacao para que, al igual que el café, sean más productivas.