Ya había ocurrido en el Mundial de Rusia. Ante la ausencia del ‘10’ James Rodríguez, Juan Fernando Quintero asumió la creación en el sector medular de la Selección Colombia y anoche en Miami frente a Venezuela se confirmó como la alternativa por su talento, claridad y liderazgo.
Toda la magia del volante al servicio de River Plate de Argentina quedó expuesta en Sun Life Stadium. Pero no fue el único que brilló. David Ospina, Falcao García y en general la mayoría de los que actuaron aportaron para una victoria 2-1 que sirvió para paliar otra ausencia y esa sí definitiva, la del técnico José Pekerman.
El combinado patrio, dirigido de forma interina por el entrenador de la Sub-20 Arturo Reyes, expusieron ese fútbol que les permitió brillar en Brasil y que solo sacaron a relucir en Rusia frente a Polonia.
Los entrenados por Rafael Dudamel se habían ido adelante con un tanto de camerino de Darwin Machís (4), pero no pudieron sostener el poderío tricolor guiado por el talentoso Quintero.
La magia del mediocampista del River Plate argentino hizo olvidar la ausencia de Rodríguez, alejado mientras se acondiciona tras una lesión.
Colombia ahora se preparará para enfrentar el martes a Argentina en el East Rutherford (vecina de Nueva York). Ese mismo día Venezuela chocará contra Panamá en el país centroamericano.
Le puede interesar: Ido José Pekerman, ¿y ahora quién?
Campanazo
Desde muy temprano Venezuela volcó a su favor las novedades en defensa de Colombia. Recién iniciado el juego puso a temblar a los centrales Davinson Sánchez y William Tesillo con un pase largo a sus espaldas que dejó solo a Salomón Rondón con David Ospina.
El guardameta del Nápoles cerró con prontitud y evitó un tanto de camerino. Pero la alerta funcionó poco en la tricolor.
El lateral Alexander González centró desde la derecha una pelota con destino a Manchís, quien martilló solo ante el despiste en marca de Juan Guillermo Cuadrado.
Colombia supo sacudirse del golpe y guiada por Quintero puso a prueba la fama de araña del arquero Wuilker Faríñez. Y el cancerbero vinotinto demostró su habilidad y sacó tres pelotas claras de gol en el primer tiempo: un remate fuerte de Matheus Uribe, un cabezazo de Cuadrado y un tiro libre de Quintero.
Con pases al vacío, cambios de frente e incluso gambetas, Quintero desbordó los obstáculos impuestos por Dudamel para proteger su arco. Su némesis fue el seguro Faríñez.
Los primeros 45 minutos fueron un monólogo colombiano de juego asociativo y apertura por las bandas, interrumpidos por el detalle de ir abajo en el marcador. Toda una paradoja, pues en la era Pekerman no pululaban las opciones de gol pero sí la obtención de resultados.
Cae el cerrojo
El duchazo del entretiempo pareció no cambiar la actitud de ninguna de las selecciones. Colombia mantuvo la posesión y la intención de empatar en la parte complementaria. Venezuela resistía.
Pero la kriptonita de Faríñez era la sangre felina. Falcao amplió su condición de goleador histórico de los cafeteros tras una asistencia de Carlos Bacca, quien recibió un pase filtrado de Quintero.
El delantero del AS Mónaco puso la paridad cuatro minutos después de haber estrellado un remate en el cuerpo del arquero rival en un mano a mano.
Ni el tiempo de descanso ni la igualdad dieron vuelta a la historia del partido. La tricolor pudo remontar con un derechazo de fuera de área de Uribe, en el 63, que hizo volar una vez más a Faríñez.
Dudamel refrescó su nómina con una seguidilla de tres cambios que no sirvieron para emparejar el control del juego, que decayó en su nivel a medida de que las piernas de los protagonistas sintieron el peso de la intensidad.
La siesta que se vivía en la cancha estadounidense despertó cuando Reyes movió sus cartas. Sacó a Quintero y a Falcao, para darles ingreso a los movedizos Yimmi Chará y Sebastián Villa.
Aunque la pareja tuvo visos de desestabilizar la defensa contraria, un remate de media distancia del destacado Machís, en el 79, sacudió a Ospina y les recordó a los colombianos que enfrentaban a su reciente pesadilla: la Venezuela a la que en los últimos cuatro choques no pudieron vencer.
Pero como todas las rachas, esta también tuvo fin. Chará embocó el esférico tras una sucesión de rebotes en el área y le dio el triunfo al interino Reyes en su estreno como técnico de la mayor de Colombia. Un paño de agua tibia tras la salida de Pekerman, el hombre que posicionó a los cafeteros como un equipo de elite.
La opinión de Reyes
El técnico encargado de la Selección, Arturo Reyes, aseguró que se va satisfecho con el trabajo de los jugadores en este encuentro que se disputó en Miami.
“Creo que fue un justo premio a todo el esfuerzo de estos muchachos que antes de ser buenos jugadores son grande personas. Me voy contento porque los jugadores demostraron una gran actitud y amor por la camiseta”, dijo.
Preguntado sobre la tarea de Quintero, Reyes señaló que “al principio la idea era que él se moviera por todo el frente de ataque teniendo siempre dos puntas, pero después de los primeros minutos nos dimos cuenta que había que abrirnos más en el juego. Cuando él (Quintero) viene a la derecha y Juan Guillermo a la izquierda encontramos más espacios y tuvimos buen volumen de juego”.
Reyes aseguró que sin duda el equipo se vio con más manejo de la pelota, pero que todavía hay muchas cosas por cambiar y mejorar. “A mí me parece un poco prematuro decir que la selección en comparación con lo que se venía haciendo ha cambiado, el gol tempranero nos dio muchos más impulsos a buscar el gol, porque Colombia hoy tuvo muchas opciones y tuvimos la capacidad de entender cómo podíamos atacarlos”.
El mismo Reyes había advertido que los jugadores le dijeron antes del partido que para ellos la idea era ganar, que no existían partidos amistosos y oficiales, sino que todos eran iguales.