No todo son tristezas para los aficionados del Atlético Huila, equipo que lucha por salvarse del descenso, clasificación en la que hoy ocupa la penúltima posición, con un promedio de 1.06 y superando solo a Unión Magdalena.

Ayer los hinchas recibieron la buena noticia de que el club de sus afectos fue adquirido por el grupo que comanda el empresario Michel Deller, propietario del Independiente del Valle de Ecuador, institución que desde hace varios años empezó a ser gran protagonista del torneo local y de competiciones como las copas Libertadores y Suramericana.

A través de un comunicado difundido por el elenco opita, se anunció que “se ha formalizado una operación corporativa por medio de la cual se ha vendido el 97 % de la Sociedad Club Deportivo Atlético Huila, en su mayoría a un holding extranjero, el cual consecuentemente asume a partir de la fecha el control del club”.

Explicó que el holding, a nombre de la Sociedad Farlay, adquiere el 95 % de las acciones. “Esta entidad está integrada por un grupo de empresarios con amplia experiencia corporativo y deportiva, que será puesta al servicio del club”.

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“Dentro de sus experiencias más relevantes se destaca el manejo del Club Independiente del Valle, en donde la gestión realizada por más de 10 años les ha permitido obtener no solo títulos nacionales e internacionales, sino reconocimientos a nivel mundial por contribuir al bienestar de las comunidades, a través del desarrollo integral, social y educativo de sus futbolistas”, agregó el comunicado.

Señala que el interés de los nuevos accionistas es a mediano y largo plazo sobre la gestión de Juan Carlos Patarroyo y su equipo.

“El club en los próximos meses impulsará y reforzará sus equipos profesionales y bases formativas con programas especializados”, indicó, al tiempo que pidió el respaldo para alanzar las metas.

A mismo tiempo, a través de un comunicado en las redes sociales del Independiente del Valle, se dio a conocer que el objetivo de esta compra es “implementar el ‘Método Independiente’, que se enfoca en la formación de talento de alto rendimiento, la construcción de procesos deportivos de mediano y largo alcance, para lograr la excelencia deportiva e institucional”.

“El enfoque se basa en estructurar procesos de trabajo planificados a mediano y largo plazo, con el objetivo de crear una cultura de excelencia, centrada en el desarrollo de futbolistas en todos los aspectos de la vida de los jugadores”, añadieron.

Por otro lado, reconocieron desde ya que hay compromisos importantes con los Opitas: “como parte de la adquisición, el grupo concentrará sus esfuerzos con la visión en recursos humanos, infraestructura deportiva y tecnología de última generación, para garantizar que el equipo tenga las herramientas necesarias para alcanzar sus objetivos en el tiempo”, señaló.

Varias informaciones filtradas dieron a conocer que Deller habría pagado cerca de 5 millones de dólares por un poco más del 95% de las acciones del equipo, lo que quiere decir que ya tienen planificado en totalidad lo que harán con este club.

De acuerdo con lo expresado, la idea es que el Huila siga el ejemplo de su par ecuatoriano y convertirse en un equipo ‘grande’ que incursione con éxito en los torneos internacionales.

Por ahora su primer objetivo es salvarse del descenso y tiene a su favor que todavía quedan tres jornadas de este torneo y la totalidad del de el segundo semestre, así como la ‘complicidad’ de los directivos del Once Caldas, quienes a pesar de los pobres resultados sostienen al cuerpo técnico integrado por Pedro Sarmiento y Hernán Darío Herrera.

La gran diferencia entre los opitas y los Albos de Manizales está en que los dirigidos por Néstor Craviotto juegan muy bien al fútbol, así los resultados no lo reflejen, mientras que del otro lado está un equipo desordenado, sin actitud y sin brújula.

Once Caldas tiene un promedio de 1.12, pero desde la llegada de Sarmiento y compañía ha ganado un partido, factor que lo sigue impulsando al fondo de esa clasificación y no sería extraño que al término de este torneo ya tenga un pie al bordo del precipicio.

Habrá que esperar las decisiones que tomen los nuevos propietarios del Huila, quienes se caracterizan por ser sensatos y cuáles las de los dignatarios del Once Caldas, quienes han venido dando palos de ciego.