El 'Tiburón' italiano Vincenzo Nibali (Bahrein) conquistó este sábado en la edición 109ª de la Milán-San Remo, la primera gran clásica de la temporada, que es además la más larga, con 294 kilómetros de recorrido.
Nibali, ganador del Tour de Francia-2014, se impuso sorpresivamente a los velocistas merced a una corta ventaja que le permitió no ser alcanzado por el australiano Caleb Ewan, segundo, y por el francés Arnaud Démare, tercero.
El campeón del mundo y máximo favorito, el eslovaco Peter Sagan, llegó a línea de meta en sexto puesto, mientras que el vigente campeón, el polaco Michal Kwiatkowski, fue undécimo.
Nibali puso fin a doce años de espera para ver a un corredor italiano imponerse en 'La Classicissima', desde que lo lograse Filippo Pozzato en 2006.
El corredor italiano de 33 años es uno de los pocos corredores de la historia en haber ganado las tres grandes carreras por etapas (Giro, Tour, Vuelta). Pero el siciliano también sabe ganar clásicas, como ya demostró en el Giro de Lombardía.
Nibali había sido tercero en 2012 en la Milán-San Remo.
Esta 109ª edición, corrida bajo una intensa lluvia durante varias horas ante de la aparición del sol a 60 kilómetros de meta, vivió una escapada de nueve corredores lanzada en el kilómetro 9.
Los últimos escapados (Bono, Maestri, Rota, Van Winden) fueron alcanzados a una treintena de kilómetros para la llegada.
En la Cipressa, última dificultad del día, no se produjeron ataques, pero sí se vio una espectacular caída del británico Mark Cavendish, ganador en 2009, cuando restaban 10 kilómetros para el final.