Evitar una remontada del Medellín y que se le escape otro título, es la misión del Junior en su visita hoy al Atanasio Girardot.
Los barranquilleros vienen de caer en la tanda de cobros desde los 12 pasos ante Paranaense en la final de la Copa Suramericana y aunque tienen una ventaja aparentemente cómoda frente al ‘Poderoso’ de 4-1, no se pueden confiar.
El Medellín tiene números favorables en casa. Lleva una racha de 10 partidos invicto en condición de local con cinco victorias y cinco empates, demostrando seguridad y eficacia en todo su esquema de juego. Precisamente, uno de los fuertes del plantel es el mediocampo, que tuvo ciertas modificaciones a lo largo de la campaña.
Con la llegada de Octavio Zambrano, el club consiguió salir de la mala suerte que lo acompañó con Ismael Rescalvo, claro está que con muchos altibajos. El técnico ecuatoriano optó por renovar la plantilla e incluir algunos jugadores Sub 23 en la titular. En un principio, varios medios criticaron el cambio de Yulián Anchico, pero más adelante la modificación dio el resultado esperado. Otro deportista que entró en los planes del entrenador fue William Parra, que complementa la zona medular.
De igual manera, Germán Ezequiel Cano no contó con muchos espacios en el Metropolitano Roberto Meléndez, sin embargo logró marcar un gol que le permite mantener la ilusión al Medellín que ya sabe lo que es alzar trofeos frente al Junior. Precisamente, los antioqueños se quedaron con el título de liga de 2016 con dos recordados goles de Cristian Marrugo. David González es uno de los hombres que estaba en el plantel y se mantiene, buscando conseguir una presea más con el rojo de la montaña.
Sin lugar a dudas las falencias en la defensa no le brindaron al Medellín la oportunidad de conseguir un resultado más corto en Barranquilla, de no ser por las intervenciones de González, posiblemente la serie ya estaría definida.
Pero hoy en casa será a otro precio. El rival llega golpeado anímicamente y aunque el técnico Julio Comesaña haya elogiado el trabajo de sus jugadores y asegurado que “este Junior será difícil de olvidar”, es claro que se presentará en el gramado del Atanasio Girardot resentido tanto en lo anímico como en lo físico por el desgaste de los 120 minutos de acción en Curitiba y le tensión generada por la definición.
Pasar la página
Junior superó con categoría a su rival en la ida y además se llevó ventaja en el partido que disputó en Medellín en el todos contra todos. De momento, los de Zambrano no han derrotado a los de Comesaña.
Los barranquilleros están en la boca del lobo pues en caso de no conseguir el campeonato la continuidad de su cuerpo técnico quedaría en duda. No es la primera vez que Junior pierde finales con el uruguayo, de hecho, el año pasado alcanzaron semifinales en Liga y Copa Sudamericana y perdieron las dos series en casa.
El equipo quiere borrar el sabor amargo que le ocasionó la dolorosa derrota en Suramericana contra el Paranaense para concentrarse de lleno en la ventaja que se logró en la ida. El gran protagonista del encuentro fue Jarlan Barrera, que con su buen manejo de balón generó opciones de gol en el arco del Medellín.
Por su parte, la zona ofensiva del plantel fue comandada por Teo Gutiérrez, quien con su experiencia superó en más de una ocasión a los defensores del poderoso. De igual manera, Luis Díaz explotó al máximo su velocidad por las bandas, causando estragos en el rival.
Es cierto que en el torneo internacional el Junior no evidenció un trabajo sólido en defensa, no obstante, en Liga no le han marcado muchos goles, es uno de los equipos con menos anotaciones en contra en el Torneo Clausura.
El partido promete ser abierto por el estilo de juego de los protagonistas. A ninguno le gusta encerrarse a defender, sino que sale a proponer, a buscar el resultado, aunque por el margen a favor que tienen los barranquilleros, Comesaña bien podría tomar medidas preventivas y trabajas con Díaz como extremo y poner en punta únicamente a Teo Gutiérrez o al contrario para aprovechar la velocidad del guajiro.
El que sí debe arriesgar es el local para apretar rápido la cuenta y mantener viva la esperanza de remontar.