Millos vuelve donde siempre ha tenido que estar. "Barberón" les cuenta algunos detalles para ganarle al "Rojo" argentino.

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Una noche de copa. El Libertadores de América va estallar; boletería agotada. Miles de hinchas están en Buenos Aires; se tomaron el Obelisco. El “Embajador” vuelve a Argentina. Con gente, con el honor de ser el campeón de Colombia, con un rival que vive de la historia y del presente: ganó la Sudamericana.

Qué más puede pedir el Millonarios de Miguel Ángel Russo. Después de dos décadas, ya era hora de enfrentar, por Copa, a Independiente, al que se venga. ¿Cómo pararse en contra el equipo de Holan?

Anti dron

Ariel Holan es un técnico obsesivo. Entrena a su equipo con un dron que graba cada movimiento, cada falla, cada respiro. Algo parecido a Juan Carlos Osorio: se agacha, gesticula. El “Rojo” es un equipo que, por su rigurosidad, es aplicado en marca y transiciones. Contra Gremio, por la Recopa, no dio un solo espacio durante los casi 120 minutos que jugaron.

Gottardi, en reemplazo de Russo, debe plantear la estrategia “antidron”. Romper las líneas con juego por los extremos: Huérfano y Quiñonez. No hay mejor manera de quebrar el cerco de Holan que con sorpresa, verticalidad y rapidez por las bandas.

Si Huérfano, Quiñones, y los dos laterales, Banguero y Palacio, tienen una buena noche, Millos tiene posibilidad de celebrar en el Libertadores de América, la casa del “Rojo”.

No caer en el verbo

Los partidos en Argentina son difíciles. Decía un técnico que el jugador colombiano moría del miedo cuando jugaba allá. Los tiempos han cambiado: ya es normal ganarle a un equipo gaucho. Sin embargo, el bilardismo sigue en el ADN del argentino. Ese que –recordarán con agrado- hizo que el cuerpo técnico, Russo incluido, invadiera el campo unos segundos antes de que el árbitro pitara para que Millos ganará la 15.

De ese bilardismo hablo. Del que, entre verbo y cancherismo, va durmiendo al rival. En el que Millos puede caer. Por eso los líderes, Cadavid, Silva y De los Santos, deben manejar los embates de Independiente, sin caer en provocaciones. ¡Ojo Duque con una amarilla temprana! No está Domínguez atrás, por lesión.

Millos vuelve donde siempre ha tenido que estar.

Barberón