El esloveno Tadej Pogacar (UAE) ganó este miércoles en solitario la tercera etapa de la Vuelta a Cataluña en el alto de Port Ainé para afianzarse aún más en el liderato de la carrera, en la que es el máximo favorito.

Pogacar volvió a aprovechar la dura subida a meta, situada a casi 2.000 metros de altitud, para marcharse y cruzar la meta por delante del español Mikel Landa (Soudal Quick-Step), que fue segundo a 48 segundos, y el italiano Antonio Tiberi (Bahrain), que entró en tercer lugar a más de un minuto.

El esloveno, ganador de la etapa del martes en la que se enfundó el maillot de líder, se consolida en la cabeza de la clasificación general.

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Pogacar aventaja en la general a Landa en 2:27., mientras por detrás está el ruso Aleksandr Vlasov (Bora) a 2:55.

El colombiano Egan Bernal se mantiene entre los diez primeros a 3:50. del líder de la carrera.

Pogacar volvió a demostrar su poderío en una nueva etapa de 176,7 km en las montañas pirenaicas, que partió de San Joan de Les Abadesses para finalizar en el alto de Port Ainé.

"Ha sido una subida difícil, no había mucho oxígeno, pero de nuevo ha sido una buena etapa por mi parte y la de mi equipo y estoy muy contento de haber ganado", aseguró Pogacar tras la carrera.

La etapa volvió a decidirse en el último puerto del día con una subida media del 6,8% y rampas de hasta el 12% en sus últimos tres kilómetros.

El pelotón inició entero la larga subida de 18 km, pero a siete kilómetros para la meta, Landa lanzó un ataque al que respondió Pogacar alcanzando al español y dejándolo atrás.

"Mikel atacó primero, me fui tras él y aunque pensaba que era un poco pronto (para atacar), encontré un buen ritmo y hasta los dos últimos kilómetros fui bien", explicó Pogacar, que fue abriendo brecha con todos sus perseguidores.

"Los últimos dos kilómetros fueron algo duros, pero me las arreglé para acabar bien", añadió.

Pogacar, gran favorito para ganar la ronda catalana, prácticamente es ya el dueño de la Volta y sólo una catástrofe puede poner en peligro su victoria final.

El jueves tendrá lugar la cuarta etapa de la ronda catalana, un recorrido de 169 km entre Sort y Lleida con una única dificultad montañosa de segunda categoría.