El arquero uruguayo Lucero Álvarez fue sancionado este jueves por insultos racistas contra un rival, primer castigo que se aplica por este motivo en el fútbol de Colombia.
El portero de Rionegro "empleó un lenguaje discriminatorio por condición de raza contra un miembro del cuerpo técnico del equipo rival", el entrenador del Once Caldas, Huberth Bodhert, indicó la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) en su resolución de sanciones.
Álvarez le habría dicho "negro hijo de puta" a Bodhert, según medios locales, durante un choque entre ambos al término del partido disputado el lunes en el que Rionegro venció 1-0 al cuadro blanco.
Por ello, la Dimayor le impuso una multa de 31 millones de pesos (unos 10.250 dólares) y una suspensión de ocho fechas.
"Es importante poner de presente el compromiso que ostentan cada una de las personas que intervienen de una u otra forma en el fútbol profesional colombiano frente a la sociedad en general, pues son estos los primeros en ser llamados a proteger los principios pilares del fútbol de fair play", agregó la resolución.
El guardameta de 33 años ha negado haber proferido frases racistas, aunque reconoce haber insultado al director técnico rival.
"Yo lo insulto, obviamente, pero eso dentro de la cancha es normal (...) No le dije negro", dijo Álvarez a Blu Radio. Posteriormente, en el mismo programa, se disculparon el uno con el otro.
Por su parte, Bodhert fue suspendido con dos fechas y una multa de 520.828 pesos (unos 172 dólares) por "lenguaje ofensivo y grosero" contra el arquero charrúa.
El entrenador explicó en la rueda de prensa tras el encuentro que el enfrentamiento ocurrió cuando le reprochó al portero los insultos contra el volante Johan Carbonero por su color de piel.
"Le digo que tiene que respetar, aquí no van a venir extranjeros (...) a maltratarnos, nosotros somos negros a mucho honor, somos orgullosos de ser negros", afirmó Bodhert.
La Dimayor ha sancionado desde 2012 a distintos clubes por cánticos racistas de sus hinchas hacia jugadores.