La selección portuguesa, pese a no constar con su delantero estrella Cristiano Ronaldo, derrotó a Italia en partido de la segunda jornada de la Liga de Naciones de la UEFA.
El delantero del Sevilla André Silva anotó el único tanto del encuentro al comienzo de la segunda parte (48) que supuso la primera derrota en partido oficial del nuevo seleccionador italiano Roberto Mancini.
Tres días después de estrenarse en partido oficial en el banquillo de la Azzurra, con un sufrido empate a un gol contra Polonia en Bolonia, Mancini revolucionó el equipo que comenzó contra los polacos.
Sólo repitieron en el once inicial el arquero Donnarumma, el italo-brasileño Jorginho y el delantero Lorenzo Insigne, pero el equipo italiano, que trata de reconstruirse tras su ausencia en el pasado Mundial de Rusia, no dio grandes sensaciones de mejora.
En cambio, el seleccionador portugués Fernando Santos alineó la misma formación que empató hace unos días contra Croacia en un amistoso, en la que no estaba Ronaldo, que ha descansado en este parón de partidos internacionales.
Tras un dominio estéril en el inicio del partido, los locales apretaron el acelerador a partir de la media hora de juego y tuvieron su primera gran ocasión, con un disparo de Bernardo Silva que sacó bajo palos Jorginho (27).
Poco después, Cristante desvió un centro de Rui Mario y la pelota acabó estrellándose en el larguero, cuando Donarruma ya estaba batido.
Los italianos estaban completamente sobrepasados por el dominio portugués, pudiendo cortar el juego luso solamente con faltas, una de ellas incluso dentro del área, una obstrucción de Criscito a Pizzi, que el árbitro no consideró penal (35).
Gol de André Silva
Antes del descanso, William Carvalho disparó ajustado y los portugueses se marcharon al vestuario con la constatación de que les cuesta mucho marcar cuando Cristiano Ronaldo no está en el campo.
Nada más comenzar el segundo periodo, Portugal encontró al fin el camino del gol, en un balón robado por Bruma que sirvió para iniciar una contra que finalizó André Silva con un zurdazo cruzado desde el interior del área que se coló pegado al palo (48).
El gol no cambió la dinámica del partido y fueron los portugueses los que siguieron acercándose con más peligro al arco rival, pero ni Bernardo Silva ni Pizzi lograron ampliar diferencias.
Sólo en los últimos minutos, los hombres de Fernando Santos cedieron la iniciativa a los italianos, pero ninguno de los delanteros azzurros (Zaza, Berardi o Belotti) inquietaron el arco defendido por Rui Patricio y. sobre todo, por un Pepe imperial, que contra Croacia había celebrado su centenario con la Seleçao.
Solo un remate de cabeza de Zaza que pasó por encima del arquero (78) inquietó a los aficionados que acudieron al estadio del Benfica.
Un balance muy pobre para un equipo tetracampeón mundial que trata de recuperar su historia de éxitos.