Por Óscar Munévar Forero

Enviado especial EL NUEVO SIGLO

En nuestro léxico diario existe la palabra camello: que “¿cómo te fue en el camello?, que “¿qué tal el camello?, que si “el jefe se la tiene montada en el camello”, etc. Pero camello el que han tenido los equipos grandes en este Mundial, Argentina, Uruguay, el mismo Brasil y Ecuador.

Argentina ha tenido que soportar el dolor de haber perdido en su debut frente a Arabia, respiró ante México, pero tiene un hueso duro de roer, Polonia, que tiene cuatro puntos y quiere pasar primero. Eso le daría una pequeña ventaja, aunque los mexicanos están heridos en el alma y lo van a dejar todo en la cancha para ganarle a Arabia, que fue en la primera fecha la gran sorpresa.

Las alegrías en un Mundial duran poco, a veces días, a veces minutos. Eso le pasó a Ecuador frente a Senegal, logró empatar un partido que lo tenía complicado pero no supo guardar la prudencia y, en menos de dos minutos, pasó de la gloria a la eliminación en la primera fase. Qué camello tienen los ecuatorianos de acá en adelante.

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México sufre al igual que los suramericanos aunque tiene una esperanza pero muy difícil; Uruguay debe camellar de acá en adelante para el cambio generacional porque la selección se le envejeció, al igual que el técnico Tabares que se fue. No prepararon a nadie para que lo reemplazara y se quedaron con el escapulario en la mano, rogándole a Dios que les ayudara a salir del mal momento.

Mejor dicho, qué camello tan aburridor tienen los equipos suramericanos de acá en adelante, hay que preparar atletas antes que jugadores de fútbol.

En los próximos días todo va a ser igual, lo que ganó atrás, se quedó atrás, y lo que viene será para conseguir la gloria.

Las preguntas son: ¿se quedará Argentina sin técnico si lo eliminan? ¿Ecuador ratificará a Gustavo Alfaro, quien dio a entender que no seguirá? ¿Uruguay dejará a Alonso? Esto es una dificultad muy dura y eso que aspiramos a estar organizando en Suramérica la copa del 2030. ¡Qué camello para el futuro!