Tras la suerte corrida este martes  por el flamante ganador de la Copa Libertadores de América, River Plate, ayer, el Real Madrid, campeón del Mundial de Clubes en tres de las cuatro últimas ediciones, inicia su andadura en esta edición hoy en Abu Dabi, en semifinales contra el Kashima Antlers japonés, y con el objetivo claro de no convertirse en otro de los ‘grandes’ que fracasa.

La preocupación que acompaña a los ‘Merengues’ se incrementó ayer con la derrota y por ende una inesperada eliminación en semifinales de los ‘Millonarios’ argentinos, en los penales (5-4 tras empate 2-2) ante el anfitrión Al Ain.

Nunca un equipo argentino clasificado para este torneo había quedado fuera de la final y los dirigidos por Marcelo ‘Muñeco’ Gallardo tendrán ahora que conformarse con luchar por el tercer puesto, mientras que Al Ain espera en la gran final del sábado a Real Madrid o Kashima Antlers.

Enzo Pérez falló el quinto tiro de los suyos, adivinado por el arquero Khalid Eisa, lo que eliminó en ese momento a River, ya que hasta entonces todos los lanzadores de ambos equipos habían acertado.

Antes, el Al Ain se había adelantado con un gol del sueco Marcus Berg en el minuto 3, pero el colombiano Rafa Santos Borré (11 y 16) remontó para los argentinos. El brasileño Caio (51) firmó el empate a dos.

‘Pity’ Martínez, uno de los héroes de la Libertadores, falló un penal para el campeón sudamericano en el minuto 69.

River Plate sólo pudo alcanzar la gloria mundial en una ocasión, con su título en la Copa Intercontinental de 1986, y suma esta decepción a sus derrotas ante la Juventus en la Intercontinental de 1996 y contra el Barcelona en la final del Mundial de Clubes de 2015. Pero en esta ocasión en una ronda anterior y ante un adversario sin la historia y la tradición de aquellos dos gigantes europeos.

Suramérica tropieza una vez más en este torneo, donde con el nuevo formato de la competición apenas cuenta con cuatro títulos en las catorce ediciones anteriores. Desde 2007, únicamente el Corinthians brasileño (2012) ha roto la hegemonía europea.

El Al Ain, por su parte, hace historia superando las semifinales de su compatriota Al Jazira el año pasado y se convierte en el cuarto equipo de fuera de Europa y Sudamérica en alcanzar la final, tras el Mazembe de la República Democrática del Congo (2010), el Raja Casabalanca marroquí (2013) y el Kashima Antlers japonés (2016).

Sin apenas tiempo para que los equipos se asentaron en el campo, el Al Ain sorprendió a todos con el primer gol: un saque de esquina fue tocado por Berg (3), lo justo para que el balón entrara en la portería, sin que el arquero Franco Armani o el defensor Javier Pinola pudieran reaccionar.

River apagó pronto el incendio. En el 11, Khalid Eisa realizó un gran paradón a tiro de Lucas Pratto, en el rechace el arquero también se adelantó Exequiel Palacios pero el balón quedó para que Santos Borré no perdonara el 1-1.

River se creció y en el 16, Pity Martínez envió un balón de oro para que Santos Borré, con un tiro cruzado, pusiera a River por delante en el marcador.

Al Ain no se hundió. En el 45+1, Hussein Elshahat consiguió un tanto que fue celebrado por el jugador y por el estadio, pero en la revisión por VAR el árbitro decidió anular por fuera de juego.

En la segunda mitad, Al Ain siguió con rabia en busca del empate, que consiguió en el 51, cuando Caio, en una jugada personal, se apoyó en Tsukasa Shiotani, que le devolvió el balón y el brasileño, ya en el área, buscó el momento para fusilar a Franco Armani.

Pity Martínez, autor de uno de los goles a Boca en Madrid, estrelló un penal en el larguero en el 69.

El Al Ain resistió hasta el final de los noventa minutos y forzó la prórroga.

Allí River fue muy superior y tuvo buenas oportunidad, primero con Nacho Scocco -exjugador del Al Ain- (94) y Nicolás De la Cruz (95), antes de que un remate de cabeza de Javier Pinola (108) se perdiera fuera por poco.

Armani salvó a River en el 118, con una gran intervención a un remate de volea de Mohamed Ahmad.

En los penales, todos acertaron salvo Enzo Pérez: un fallo que dejó al campeón de la Libertadores fuera de la final mundial.

Real juega este miercoles

Kashima Antlers llega con ánimo de revancha por su duelo de 2016. Entonces ambos equipos se vieron las caras en la final del torneo, en Yokohama, y los nipones consiguieron incluso forzar la prórroga al empatar 2-2 en los noventa minutos, antes de que dos tantos de Cristiano Ronaldo decidieran en la prórroga y los españoles levantaran el trofeo.

Esta vez no estará el astro portugués, que se fue en el inicio de esta temporada a la Juventus, y el Real Madrid llega al partido en un momento complicado, con más dudas que certidumbres y con unos últimos partidos que no invitan al optimismo.

Las recientes derrotas por 3-0 ante el Eibar en la Liga española y el CSKA Moscú en la Champions, y especialmente el juego del equipo, han enfadado a los hinchas del equipo blanco, que hace unos días despidieron a los suyos con abucheos después de caer ante los rusos, pese a que ese revés no tenía graves consecuencias porque su equipo estaba ya clasificado para octavos de final.

Por ello un título en el Mundial de Clubes se presenta con un buen bálsamo para cambiar el tono de cara a 2019.

En caso de conseguirlo, el Real Madrid rompería la igualdad a tres títulos que tiene con el Barcelona en el palmarés del Mundial de Clubes en su formato actual. A ello se sumarían las tres Copas Intercontinentales, con rango de títulos mundiales desde una decisión de la FIFA en 2017, que ganó el equipo 'merengue' en el pasado.

“Estar en el Mundial de Clubes otra vez es fantástico y esperemos renovar este año el título, que estos grandes jugadores han ganado ya el año pasado”, explicó el entrenador Santiago Solari tras llegar a Emiratos