Dos escalones lo separan de la gloria. Miguel Ángel 'Supermán' López se ubicó este año tercero en el Giro de Italia y en la Vuelta a España, lo que lo pone al frente de las expectativas del ciclismo colombiano para la próxima temporada.
A los 24 años, López hizo olvidar el decepcionante desempeño de su consagrado compatriota Nairo Quintana -quien se fue en blanco en 2018- con dos resultados de ensueño sobre los pedales; dos demostraciones de acero de este joven héroe del deporte.
En mayo, el jefe de filas del Astana Pro Team subió al podio del Giro detrás del keniata nacionalizado británico Chris Froome y el holandés Tom Dumoulin, y repitió su gesta casi tres meses después en España, donde el también británico Simon Yates y el español Enric Mas lo privaron de una temprana consagración.
"Ahora toca ver qué me falta para subir esos dos escalones", dijo López al término de la temporada.
Sí, apenas dos escaños - que en el ciclismo pueden ser dos abismos - lo separan de convertirse en el presente y futuro de este deporte en Colombia.
La decisión de Astana de reservarlo para las pruebas donde se destacó en 2018 "lo deja como favorito en la medida que va poder descansar entre una y otra" competencia, señaló a la AFP Mauricio Silva, autor del libro "La leyenda de los escarabajos".
Una estrategia que a su vez revela los ambiciosos planes del equipo kazajo.
"Él va a hacer Giro y Vuelta y yo creo que va por una de las dos. Lleva un proceso tranquilo en el sentido de que no va ir al Tour (de Francia) este año. Lo están dejando madurar un poco más antes de ir a Francia como líder", sostuvo Fabio Parra, el primer colombiano en subir al podio del máximo certamen del ciclismo mundial en 1988.
López supera actualmente a Froome - cuatro vences ganador del Tour de Francia - y a Quintana - el mejor ciclista colombiano en la historia - en el escalafón de la UCI (Unión Ciclista Internacional).
El capo de Astana se ubica en la casilla 14, por delante del británico (15) y de su compatriota (25).
- Un superviviente -
Nacido en Los Andes colombianos, en el departamento de Boyacá, López subió tarde a la bicicleta, cuando ya era un adolescente.
Antes de conquistar a los 20 años el Tour de L'Avenir, considerado el semillero del ciclismo mundial, se ganó el apodo con el que ahora es conocido.
En 2011, recuerda Silva, dos hombres intentaron robarle la bicicleta en la localidad de Sogamoso (centro). Aunque no se la dejó quitar, recibió dos puñaladas en la pierna derecha.
El mote de Supermán "viene porque en los días siguientes, aun con la pierna herida, siguió entrenando para la siguiente competencia. Entonces la gente de Sogamoso empezó a decir 'este tipo es Supermán'; ese muchacho es de acero", evoca el escritor y periodista.
Desde entonces López sabe como pocos responder a las caídas.
Su condición física, sumada a la potencia en la montaña, sobre todo en puertos largos, así como en el descenso, lo convierten en un atleta excepcional.
- ¿Relevo a la vista? -
En 2015, López llegó al Astana y al año siguiente sufrió una fuerte caída en su debut en la Vuelta, durante un descenso, que le generó un traumatismo facial, lo que a la postre lo obligó a abandonar la competencia.
Tres años después rozó la gloria en la prueba ibérica, lo que alimenta sus aspiraciones de revancha para el próximo año.
La Vuelta de 2019 "tendrá puertos menos explosivos y más largos, y eso me motiva más. Trataré de mejorar el tercer puesto", declaró a medios el capo del Astana.
Tras firmar su mejor temporada, López asoma como el sucesor de Quintana, apenas cuatro años mayor que él, estima Parra.
Los dos son escaladores de élite y lideran a sus respectivos equipos, aunque entre ellos hay una diferencia que puede medirse en kilómetros.
"Nairo tiene (aunque ha cambiado físicamente por los entrenamientos) una explosividad enorme en los últimos 3 o 4 kilómetros de montaña, mientras que a López le gusta lanzarse a 14 o 15 kilómetros" de la meta, señala Silva.
Sin embargo, todavía es muy temprano para hablar de sucesores. Con Quintana, López y Egan Bernal, la promesa de 21 de años del Sky y llamado a suceder a Froome, el ciclismo colombiano todavía tiene una margarita para deshojar.