La segunda vuelta de la elección presidencial este domingo en Polonia se presenta incierta y disputada entre el saliente jefe de Estado de centroderecha, Bronislaw Komorowski, y su rival conservador y populista, Andrzej Duda.
Duda, de 42 años, quedó sorprendentemente en cabeza en la primera vuelta de la presidencial celebrada el pasado 10 de mayo. El candidato opositor obtuvo 34,76% de los votos, y Komorowski, de 62 años, -y que fuera gran favorito en todos los sondeos preelectorales- un 33,77%.
En víspera de esta segunda vuelta, nada está decidido, según los politólogos.
"La victoria de uno u otro se producirá por escaso margen, y es algo imposible de predecir por los sondeos" declaró el viernes a la AFP Stanislaw Mocek, politólogo de la Academia polaca de Ciencias.
Según una encuesta publicada el viernes por el diario Polska The Times, y llevada a cabo del 18 al 20 mayo entre 6.000 personas, Duda obtendría 51% de intención de votos y Komorowski, el 49%, una diferencia muy cercana al margen de error.
Otro sondeo del instituto CBOS da también la victoria a Duda, pero el instituto Millward Brown muestra una tendencia inversa.
Los poderes del jefe de Estado son limitados en Polonia, un país de 38 millones de habitantes, peso pesado económico y político de Europa central y miembro de la Unión Europea desde 2004.
El presidente dirige no obstante la política extranjera y la defensa. Además dispone de iniciativa legislativa y puede oponer su veto a las leyes adoptadas.
Komorowski, un antiguo ministro de Defensa, fue elegido en 2010 como candidato de la Plataforma Cívica (PO, centroderecha) que lleva en el poder ocho años.
Duda es candidato del partido Derecho y Justicia (PiS) dirigido por Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del expresidente Lech Kaczynski, muerto en accidente de avión en Rusia. Jaroslav Kaczynski no oculta su ambición de volver al poder, y el éxito este domingo de Duda podría acercarlo a este objetivo.
- Convencer a los indecisos -
Tanto Komorowski como Duda han recorrido el país hasta las últimas horas de campaña, con la esperanza de convencer a los electores indecisos, sobre todo entre los partidarios del candidato antisistema Pawel Kukiz, una estrella de rock que ocupó el tercer lugar con 20% de votos.
Los dos candidatos se enfrentaron el jueves por la noche en un segundo y último debate televisado, un tenso enfrentamiento de 70 minutos del que salió vencedor Komorowski, según la mayoría de los sondeos y comentaristas.
El presidente saliente insistió sobre el rol de Polonia en la Unión Europea y en la OTAN, como "garantía" de su seguridad y prosperidad.
Su rival, muy combativo, abogó por el cambio y prometió "defender en primer lugar los intereses nacionales" de los polacos en la arena internacional.
Pocos días antes de la elección presidencial, Duda había obtenido o el apoyo del sindicato Solidaridad. Durante toda su campaña expresó su apego a la Iglesia católica, muy poderosa en Polonia.