Aunque ha cesado gran parte del ruido por la crisis que se derivó de la controversia entre los presidentes Gustavo Petro y Donald Trump, acerca de las amenazas de establecer aranceles si Colombia no aceptaba la recepción de los migrantes nacionales deportados, todavía sigue reinando la incertidumbre.
La presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham), María Claudia Lacouture, señala que todavía persiste el riesgo si no se cuidan las relaciones de forma diplomática.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué tanto quedaron afectadas las relaciones entre Colombia y EE.UU. con la reciente crisis?
MARÍA CLAUDIA LACOUTURE: La relación entre Colombia y Estados Unidos enfrentó una de sus pruebas más difíciles en los últimos años. Aunque el incidente fue superado de inmediato, la tensión persiste y ha dejado una fractura en la confianza que tomará tiempo y acciones concretas para cerrar. Este episodio deja lecciones claves: Colombia necesita una estrategia clara y una mejor coordinación entre el Gobierno, el sector privado y otros actores para mitigar el impacto y evitar futuras crisis. La relación bilateral es fundamental para ambos países, y garantizar su estabilidad requiere un enfoque pragmático, diálogo continuo y acciones que refuercen la cooperación en temas estratégicos. Desde AmCham Colombia seguimos impulsando el diálogo con una visión de largo plazo, promoviendo iniciativas que fortalezcan la confianza y aseguren que la relación comercial y diplomática siga siendo beneficiosa para ambas naciones.
Incertidumbre
ENS: Algunos sectores todavía tienen incertidumbre sobre los aranceles que podrían imponerse desde Washington, al café y a las flores, y siguen los roces verbales. ¿Esto es cierto?
MCL: Sin duda la reciente crisis dejó una gran incertidumbre sobre la estabilidad de las cadenas de distribución y el riesgo de posibles aranceles desde Washington. Esta preocupación no es exclusiva de Colombia, sino de cualquier país cuya posición en temas migratorios no esté alineada con la visión de la administración Trump. El presidente Trump justificó la posible imposición de aranceles bajo un argumento de seguridad nacional, en respuesta a la decisión del Gobierno colombiano de no recibir dos aviones con deportados. Aunque finalmente estas tarifas no entraron en vigor, la amenaza puso en evidencia la vulnerabilidad de sectores claves para la economía colombiana.
De haberse aplicado, los efectos habrían sido devastadores: una pérdida inmediata de competitividad para exportar a Estados Unidos, con consecuencias económicas millonarias y un fuerte impacto en el empleo. Solo en el sector cafetero, más de 530 mil familias dependen de esta industria, con un 39 % de sus exportaciones dirigidas a EE.UU. En el sector floricultor, el 79 % de las exportaciones tienen como destino ese país, representando 200 mil empleos directos.
Pero el impacto habría ido mucho más allá. Todos los sectores que dependen del comercio con EE.UU. habrían sentido las consecuencias, afectando la inversión, el crecimiento económico y, en última instancia, el bienestar de los colombianos. Aunque la amenaza de aranceles se disipó por ahora, las tensiones persisten y Colombia debe fortalecer su estrategia para mitigar riesgos y asegurar estabilidad en su relación con su principal socio comercial.
Sin claridad
ENS: El ministro de Comercio nacional dijo que Colombia va a insistir en renegociar el TLC con EE.UU. en el peor momento de la crisis. ¿Existe posibilidad de ello?
MCL: Como dice el refrán, “puedes ir por lana y salir trasquilado”. Desde AmCham Colombia hemos insistido en que el acuerdo comercial ya cuenta con mecanismos de mejora y revisión, los cuales se han implementado a lo largo de sus 12 años de vigencia sin alterar su esencia.
A nivel local, el discurso sobre una renegociación puede venderse como una oportunidad de ganancias, pero la realidad es más compleja. Para que Colombia logre una renegociación favorable, es fundamental tener claridad sobre qué está dispuesta a ofrecer en la mesa, qué mecanismos existen para lograr resultados positivos y cuáles serían los riesgos de abrir el acuerdo en un contexto donde EE.UU. prioriza sus propios intereses bajo la política de América Primero.
No podemos olvidar los beneficios tangibles del acuerdo: mientras las exportaciones colombianas al mundo decrecen un 1 %, las exportaciones a EE.UU. han aumentado un 8 %. Hoy, más de 11.500 productos entran al mercado estadounidense con arancel del 0 %, sin estar sujetos a revisiones cada seis años, como ocurrió en la modificación del acuerdo con México.
Dado el actual clima de tensiones bilaterales, insistir en una renegociación en este momento no solo es inoportuno, sino que puede exponer a Colombia a condiciones menos favorables y poner en riesgo los beneficios ya alcanzados.
Inversionistas
ENS: ¿Hay temor entre los inversionistas de Estados Unidos de colocar sus recursos o por el contrario van a continuar con sus proyectos en Colombia?
MCL: Para el caso de Colombia, desde hace varios meses la inversión desde Estados Unidos viene experimentando una cautela por la incertidumbre ante las reformas sociales, cautela que se incrementa ahora a la espera de ver cómo se desarrollará la relación entre los dos países con el cambio de administración en Washington.
ENS: ¿Qué tanto podría afectar las relaciones a futuro entre Washington y Bogotá?
MCL: La tensión entre ambos países apenas comienza, y el riesgo de un nuevo escalamiento sigue latente. Para mitigar una posible crisis, Colombia debe manejar con prudencia y estrategia los temas claves que definen la relación bilateral, como la lucha contra el narcotráfico y la migración.
Las diferencias en la aproximación de cada gobierno a estos asuntos hacen indispensable una hoja de ruta clara y una comunicación efectiva, basada en el uso adecuado de los canales diplomáticos y una actitud proactiva. No se trata solo de reaccionar a las decisiones de Washington, sino de anticiparse y construir una relación que proteja los intereses de Colombia, minimizando el impacto de posibles fricciones.
El reto es grande, y todos los sectores –público y privado– deben estar preparados para navegar un escenario donde la relación con EE.UU. será observada con lupa y cualquier desencuentro podría traducirse en consecuencias económicas y comerciales.
Las ayudas
ENS: La disminución de ayudas, en que EE.UU. está empeñado con todos los países, ¿qué tanto afectará a Colombia y principalmente programas sociales?
MCL: Aquí es importante comprender que esta es una decisión que tomó el presidente Trump mediante orden ejecutiva antes de los hechos del domingo e impacta a todos los países a los que Estados Unidos envía cualquier tipo de cooperación o asistencia. Para Colombia este es un tema clave. La asistencia de Estados Unidos ha sido importante para la seguridad, el desarrollo económico y la estabilidad social, con más de 30.000 millones de dólares invertidos en Colombia en las últimas décadas.
Tan solo en 2023, desde Estados Unidos recibimos 401 millones de dólares para la lucha contra el narcotráfico, desarrollo rural y fortalecimiento institucional.
Hoy toda la cooperación está suspendida y por eso hemos llamado a implementar acciones diplomáticas en Washington que expliquen la importancia que tienen estos recursos para la estabilidad del país. Por cuenta de ello no sólo se perjudican los beneficiarios, también hay empleos en riesgo.
La agenda
ENS: ¿Sobre qué elementos cruciales se van a mantener las relaciones comerciales entre los dos países?
MCL: La agenda del presidente Trump tiene cuatro pilares: los asuntos migratorios, la seguridad alrededor de la lucha contra el narcotráfico, la influencia china y la defensa comercial. Sobre estos elementos debe ponerse en marcha la estrategia diplomática en la que participen también los congresos de ambos países, la sociedad civil y los empresarios. Desde AmCham Colombia tenemos toda la disposición de contribuir en ese propósito.
ENS: ¿Habrá una disminución de viajes de empresarios colombianos a EE.UU. y viceversa?
MCL: Esperamos que no, por el contrario, hay que incrementar las acciones, aprovechar las oportunidades comerciales y transmitir a los dos gobiernos el impacto que tiene para ambas economías contar con una relación comercial fluida y que genera beneficios a los dos países.
RECUADRO
Impacto en exportaciones
¿ENS: ¿Prevé que este año disminuyan las exportaciones nacionales a EE.UU.?
MCL: Es muy pronto para comentar al respecto. Lo que sí vemos desde AmCham Colombia son oportunidades de aumentar ese comercio teniendo en cuenta los aranceles que el presidente Trump anunció para China, México y Canadá.
Un estudio que hicimos comenzando el año identificó 144 partidas con Ventaja Comparativa Revelada (VCR) frente a China, 43 frente a Canadá y 37 frente a México. Hablamos de productos de agroindustria, textiles, manufacturas, productos químicos, plásticos y bienes de valor agregado. Oportunidades hay, debemos aprovecharlas.
DESTACADO
“El discurso sobre una renegociación puede venderse como una oportunidad de ganancias, pero la realidad es más compleja”