Un mayor apretón requiere el país si quiere alcanzar la meta prevista en la regla fiscal de 2,4% para este año. Así lo señaló la calificadora Fitch Ratings que se une a las advertencias que otras firmas han hecho sobre los problemas que tiene la economía para poder cuadrar sus cuentas.
Pero si a esta condición para cumplir los objetivos de 2019, se le suman lo que será 2020, las cosas se complican para el Gobierno. Por ello, señalan los expertos, que se requieren de reformas, como otra tributaria, pensiones y laboral para poder enderezar el rumbo fiscal.
El país estableció una meta de déficit fiscal de 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, un objetivo ambicioso después de que el Gobierno solo logró conseguir $7,8 billones con una reforma tributaria en el Congreso, de los $14 billones que requería para el presupuesto.
Recortes
“Lo más probable es que se requieran recortes en el gasto de capital para cumplir con la meta, dado que los gastos actuales de Colombia son altamente inflexibles”, precisó Fitch en un reporte. “Si bien Fitch cree que la meta de 2019 es alcanzable, cada vez más dudamos de que Colombia pueda alcanzar su meta de 2,2% del PIB en 2020 sin medidas adicionales”, agregó.
Fitch, que mantiene en “BBB” la calificación de riesgo soberano de Colombia con una perspectiva estable, explicó que el recorte de impuestos a las empresas que se aprobó dentro de la ley de diciembre reducirá los ingresos del gobierno en un 0,8% del PIB en 2020, que serían difíciles de reemplazar con los actuales tributos o normas antievasión.
Por otra parte, sería necesario un ajuste fiscal de aproximadamente el 1% del PIB para comenzar a reducir la carga de la deuda colombiana. El gobierno está evaluando la venta de activos públicos, incluyendo una porción de la petrolera Ecopetrol, para financiar parte de sus necesidades fiscales de este año.
El gasto
Con el cambio en la reforma tributaria, los recortes de gastos son necesarios para cumplir el objetivo. Sin duda los recortes serán aún más difíciles dada la naturaleza inflexible del gasto, el ajuste que ya se esperaba en el lado del gasto de capital en 2019 y las nuevas presiones de gasto de los flujos migratorios desde Venezuela.
El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, comentó Fitch, ha pedido al Consejo Fiscal que se haga cargo de los costos de la crisis venezolana (que estima que son el 0,5% del PIB) en sus deliberaciones sobre los parámetros de la regla fiscal y los objetivos que deben presentarse en mayo de 2019.
Precios
De acuerdo con el documento de Fitch, otros riesgos también pueden plantear problemas para cumplir el objetivo fiscal. Las reducciones sostenidas y mayores en el precio del petróleo pesarán sobre los ingresos, incluso si la producción aumenta.
El Gobierno está estudiando la venta de activos públicos y la introducción de coberturas petroleras para mitigar estos riesgos. “Nuestra suposición de que la deuda bruta del Gobierno general se mantendrá estable en torno al 41% del PIB en 2018, cerca de la mediana de la categoría de calificación ‘BBB’, supone un ajuste fiscal continuo”, planteó Fitch, anotando que mientras que el 41% está cerca de la mediana de la categoría de calificación ‘BBB’, es casi un 10% más alto del PIB que cuando Colombia se actualizó a ‘BBB’ desde ‘BBB-’ en 2013. Así, agregó la calificadora, un ajuste fiscal de aproximadamente el 1% del PIB sería necesario para comenzar a reducir la carga de la deuda de Colombia.
La deuda
Respecto a la deuda su incremento ha despertado las señales para algunos mercados. En efecto, un análisis del Banco de Colombia indica que la reducción de la renta petrolera y la depreciación del peso que tuvieron lugar a raíz del desplome en la cotización del crudo llevaron a que el saldo de la deuda del Gobierno nacional creciera hasta un poco más del 50% del PIB en 2015, su máximo registro histórico.
Indican los analistas que a pesar de la corrección que se ha visto en este indicador desde ese momento (el FMI proyecta que para este año se ubicará en 48,7%), tal disminución resulta insuficiente.
Según el Banco de la República, en octubre de 2018 la deuda externa del país se ubicó en US$129.206 millones, cifra 4,25% superior a la registrada en el mismo mes de 2017.
Sin embargo, como porcentaje del PIB nacional, la deuda externa colombiana se redujo de 39,4% en octubre de 2017 a 38% en el mismo mes de 2018.
Por su parte, en el décimo mes del año pasado, la deuda externa pública llegó a los US$73.391 millones, monto superior en 2% frente a los registrados en octubre de 2017.
Asimismo, la deuda externa del sector privado llegó a los US$55.815 millones que, frente a lo registrado en octubre de 2017, representa un aumento de 7,38%.
Sostienen los economistas que “aparte del efecto de la devaluación, esta divergencia se explica porque desde 2013 el balance efectivo del Gobierno nacional ha sido más deficitario que el estructural, por cuenta de la existencia de un componente de déficit cíclico. Este ha permitido suavizar el ajuste fiscal y limitar sus efectos adversos sobre la actividad productiva. Pero el costo de dicha gradualidad es que la deuda llegó a unos registros mucho mayores a los que se apuntaban cuando se formuló la regla fiscal”.
De otro lado, es necesario agregar que la deuda pública medida como proporción del PIB también se ha mantenido en niveles elevados por cuenta del lento crecimiento económico. El fin del auge minero-energético no solo desencadenó una desaceleración cíclica que apenas ha empezado a revertirse en el último año. Por cuenta de un menor ritmo de acumulación de capital, lo anterior también generó una reducción en el crecimiento potencial a una tasa que hoy en día no supera el 3,5%.