A 94.733 hectáreas (ha) llegó la explotación de oro de aluvión (EVOA en tierra) en 2022, una disminución frente a las 98.567 registradas en el 2021. Si bien se redujo el área total detectada en relación con el año anterior, la explotación ilícita se incrementó: el 73% del total pertenece a esta categoría (69.123 ha), 5.000 ha más en relación con el año anterior.
Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), a través de la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL); y la para la Región Andina y el Cono Sur, reportó que en 13 de los 32 departamentos del territorio nacional existe y que el 85% del área total detectada se concentra en tres departamentos: Chocó, Antioquia y Bolívar.
Entre los principales hallazgos, se evidenció que de los 101 municipios con EVOA en el país, diez de ellos concentran el 56% de la detección nacional (52.896 ha): cuatro en Antioquia (Zaragoza, Nechí, Cáceres y El Bagre), cinco en Chocó (Nóvita, El Cantón de San Pablo, Istmina, Río Quito y Unión Panamericana) y uno en Córdoba (Ayapel); el 70% de este aprovechamiento se realizó por fuera de cualquier figura de ley o en la categoría de explotación ilícita (36.872 ha).
El 45% (43.702) ha de la EVOA en tierra, se localizan en su mayoría (99%) en tierras de las comunidades negras, principalmente en el departamento del Chocó.
Los delitos
Asimismo, la presencia de EVOA y los cultivos de coca son dos fenómenos que convergen en 76 municipios del país. De los 10 municipios con más explotación en tierra en el 2022, ocho reportaron cultivos de coca en 2022: Cáceres, Zaragoza, Nechí, El Bagre, Nóvita, Istmina, El Cantón de San Pablo y Río Quito.
Respecto a las alertas por explotación de oro en agua, es decir directamente dentro del cauce de los ríos, el monitoreo se concentra en 10 ríos ubicados en la Amazonia y Orinoquia. De estos, el río Caquetá concentra la mayor cantidad de alertas por este tipo de explotación. La totalidad de estas alertas se encuentran en la categoría de explotación ilícita.
El sistema de monitoreo en Colombia, implementado por Unodc, permite tener una aproximación de esta problemática en los territorios, con el fin de contribuir en el conocimiento para que se desarrollen acciones y esfuerzos coordinados entre el Gobierno, empresas mineras, organizaciones y comunidades afectadas.
En el periodo 2017-2022 la producción de oro colombiano, según datos de la Agencia Nacional de Minería (ANM), representó cerca del 1,5% de la producción mundial. Durante los últimos seis años, la extracción de minerales no relacionados con hidrocarburos ha representado una proporción del PIB que oscila entre el 1% y el 2%, la apuesta por otros minerales, especialmente el oro, que presenta perspectivas más favorables en el mercado internacional, implica la necesidad de intensificar los controles para combatir la explotación de minerales no autorizada y aumentar los niveles de formalidad y legalidad en la producción.
Ingresos
De esta manera, se podrían mejorar los ingresos fiscales mediante impuestos y regalías, que podrían ser direccionados a las áreas más afectadas por este fenómeno. En el ámbito nacional, la estructura productiva del periodo 2017-2022 muestra concentración entre dos tipos de explotadores: el 45,2% proviene de barequeros (124,7 toneladas) y un 45,0% de títulos mineros (124,0 toneladas).
Cabe resaltar que hasta el 2020, la mayoría de la producción nacional tuvo como origen los títulos mineros, pero de 2021 en adelante, se presentó un cambio en la dinámica productiva y se ha evidenciado una mayor participación en la producción por parte de los barequeros. De la producción de oro reportada en Colombia, 55,3 toneladas en promedio entre 2021 y 2022, el mayor productor de oro es el departamento de Antioquia, la producción acumulada entre el periodo correspondiente a 2017-2022, fue de 171,3 toneladas de las cuales el 50,1% tuvo como origen los títulos mineros y 44,2% de barequeros.
En lo que respecta a Chocó, el segundo departamento con mayor producción oro a nivel nacional, reportó una producción de 37,9 toneladas en el mismo período, el 61,7% provino de barequeros, el 27,2% de títulos mineros.
La explotación ilícita de oro genera impactos ambientales significativos que incluye deforestación, contaminación de agua por el uso de mercurio y cianuro para extraer el mineral, destrucción de hábitats acuáticos y cambio en el curso de los ríos, frente a lo cual se requieren medidas para frenar la explotación ilícita y fomentar prácticas mineras sostenibles y responsables.