El mercado inmobiliario en Colombia está experimentando una transformación significativa, con las ciudades intermedias emergiendo como focos de inversión atractivos. Entre ellas, Ibagué se destaca como un destino preferencial para inversores y familias que buscan una mejor calidad de vida sin sacrificar las comodidades urbanas.
La capital del Tolima se ha convertido en un imán para aquellos que huyen del estrés y los altos costos de las grandes metrópolis. Según Olga María Peña, gerente general de Constructora Maca Malawy SAS (empresa parte del equipo empresarial de Maca Construcciones) y experta del sector, el metro cuadrado en Ibagué ofrece un valor incomparable: mientras en sectores exclusivos de Bogotá los precios oscilan entre $8.150.000 y $14 millones, en Ibagué se pueden encontrar propiedades de alta calidad a una fracción de ese costo.
"Una unidad inmobiliaria VIS (Vivienda de interés social) en Ibagué puede disponer de un promedio de 60 m² con un valor de $175.600.000", afirma la ejecutiva. Esta realidad contrasta drásticamente con la tendencia en la capital, donde los apartamentos de 20 a 30 m² se han vuelto la norma debido a los elevados precios.
La pandemia ha sido un catalizador crucial en este cambio de paradigma. La necesidad de espacios más amplios y el auge del trabajo remoto han impulsado a muchos a considerar ciudades como Ibagué, donde en 20 minutos se puede llegar desde el centro a cualquier punto de la ciudad, un lujo impensable en urbes congestionadas.
El proyecto Malawi Village ejemplifica esta nueva tendencia. Ubicado a solo 15 minutos del casco urbano de Ibagué, ofrece lotes campestres que combinan la comodidad moderna con la serenidad de la naturaleza. "Malawi busca transportar a las personas y brindarles calidad de vida", explica Olga Peña, destacando cómo el diseño respeta el entorno natural mientras proporciona amenidades de primer nivel.