Mientras que el crecimiento económico promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fue de 0,4% para el cuarto trimestre del 2023, Colombia, uno de sus países miembros, registró 0,3%.
En su último reporte sobre crecimiento económico el organismo dijo que la cifra se mantuvo con respecto al análisis del tercer trimestre del año pasado. Sin embargo, expresó que las cifras de crecimiento aún no llenan sus expectativas y se han mantenido débiles en los últimos dos años.
En cuanto a los países miembros, la OCDE reportó que aquellos de mayor crecimiento durante el cuarto periodo del 2023 fueron Costa Rica, Noruega y Eslovenia, con cifras de 1,8%, 1,5% y 1,1%, respectivamente. En contraste, la nación que reportó un menor incremento de su producto interno bruto fue Irlanda, al demostrar un decrecimiento en esta categoría de 0,7% en relación con el tercer trimestre.
En comparación con los miembros del G7 (Estados Unidos, Unión Europea, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá), el crecimiento fue el mismo en el último trimestre, pero el informe revela, a su vez, que el crecimiento interanual entre los representantes de la OCDE fue superado por 0,1% en relación con el grupo de países ya mencionado, el crecimiento de cada uno en 2023 fue de 1,6% y 1,7%, respectivamente.
El reporte
De los 38 países miembros de la OCDE, solo tres reportaron un crecimiento de sus economías durante 2023 en relación con el año inmediatamente anterior: Costa Rica con 5,1% frente a 4,6% de 2022, Estados Unidos con 2,5% frente a 1,9% y Japón con 1,9% de 2023 frente a 1% de 2022.
Resulta particular el crecimiento de Costa Rica, que superó las expectativas de la Organización en 1,6% a lo previsto. Esto se debió principalmente a una mejora progresiva de las condiciones laborales y una relajación de la política monetaria.
Por otro lado, se reportó que 14 miembros de la Organización no tuvieron un crecimiento económico considerable, pero se mantuvieron en terreno positivo, entre ellos Colombia, que reportó un incremento en este rubro de 0,6% interanual.
En cambio, 10 países miembros reportaron una contracción de sus economías, siendo la de Estonia la de la caída más estrepitosa: 3%.
Aspectos de Colombia
En Colombia, todas las expectativas, tanto de gremios, analistas, como del mismo Gobierno eran por un crecimiento económico resiliente luego del impacto de la pandemia y de la aparente estabilidad en los dos últimos años, pero el PIB apenas alcanzó 0,6%, contra las previsiones de 1% y 1,2% en el mejor de los casos.
Asimismo, en el cuarto trimestre el PIB apenas logró 0,3%, cuando la mayor parte de expertos y analistas esperaban un resultado por encima del 0,5%.
Con la cifra del 2023 se confirma el bajonazo que ha tenido la economía bajo el actual Gobierno. Aunque el país evita ligeramente la caída en una recesión técnica, que se habría dado de ser negativa la cifra del cuarto trimestre, es una caída de 1,9 puntos porcentuales con respecto a las cifras de crecimiento del mismo periodo de 2022, que habían sido de 2,2%.
Con estos datos, el 2023 cierra con el PIB más bajo de la última década si se excluye el 2020, año marcado por la pandemia.
Sin embargo, las proyecciones de crecimiento para este año también son preocupantes, con 1,5%, según reveló en enero el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
Esto, según los expertos, no es suficiente para reanimar la inversión, impulsar las tasas de empleo y hacer frente a los altos niveles de deuda.
En el diagnóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) se prevé que la economía crezca un 1,3% este año, desde unas previsiones de 1,5%. El organismo señala que “se espera que el consumo privado, actualmente por encima de los niveles observados antes de la pandemia, se modere este año a medida que los hogares se desendeuden y las condiciones del mercado laboral se suavicen, mientras que la inversión privada se recupere gradualmente, aunque se mantenga por debajo de los niveles prepandemia”.
Sin embargo, los analistas consideran que este es uno de los años más complicados para los colombianos.
Para la presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham), María Claudia Lacouture, “la cifra de crecimiento de la economía durante el año 2023, unida a unas perspectivas de desaceleración internacional, una vez más confirman la necesidad inmediata de poner en marcha un plan de reactivación económica que tenga como pilar la acción público-privada”.
El PIB para ese año
Por otra parte, para este año, según las últimas perspectivas económicas provisionales de la OCDE, proyectan un crecimiento del PIB de Colombia de 1,4% y a nivel mundial de 2,9%.
Así las cosas, la organización proyecta un crecimiento en Estados Unidos del 2,1% en 2024 y del 1,7% en 2025. En la zona del euro, se espera que el crecimiento del PIB sea del 0,6% y del 1,3% el próximo año. Se prevé que Japón crecerá un 1,0%, impulsado principalmente por el consumo privado y la inversión empresarial, mientras que en el caso de China esperan que crezca a una tasa del 4,7% y del 4,2%, un desempeño inferior al de cualquiera de los 25 años anteriores al covid-19, lo que refleja la débil demanda de los consumidores y las tensiones estructurales en los mercados inmobiliarios.
Y en Colombia, se prevé que la economía crezca un 1,5%.
“La economía mundial ha demostrado una resiliencia real en medio de la alta inflación de los últimos dos años y el necesario endurecimiento de la política monetaria. El crecimiento se ha mantenido y esperamos que la inflación vuelva a alcanzar los objetivos de los bancos centrales para finales de 2025 en la mayoría de las economías del G20”, dijo el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
Sumado a esto añadió: “La política monetaria debe seguir siendo prudente, aunque los bancos centrales podrían empezar a reducir las tasas de interés este año, siempre que la inflación siga disminuyendo. La política fiscal debería reconstruir el espacio fiscal, mediante mayores esfuerzos para contener el crecimiento del gasto. Paralelamente, debemos trabajar juntos para revitalizar el comercio, mejorar la resiliencia de la cadena de suministro y abordar los desafíos compartidos, en particular el cambio climático”.
Desafíos e incertidumbre
En su reporte sobre las previsiones para este año, la OCDE señala que las tensiones geopolíticas siguen siendo una fuente clave de incertidumbre y han aumentado aún más como resultado de la evolución del conflicto en el Medio Oriente.
Las amenazas al transporte marítimo en el Mar Rojo han aumentado los costos de envío y alargado los tiempos de entrega de los proveedores. En caso de una escalada, estos factores podrían dar lugar a nuevas presiones sobre los precios en los sectores de bienes y poner en riesgo la recuperación cíclica prevista.
Las estimaciones de la OCDE sugieren que una duplicación de los costos de envío, si persiste, agregaría 0,4 puntos porcentuales a la inflación de los precios al consumidor de la región después de aproximadamente un año.