Crisis de productores de soya y maíz pone en riesgo seguridad alimentaria: Fenalce | El Nuevo Siglo
Según Henry Vanegas Angarita, gerente de Fenalce, en los últimos años la producción local ha venido perdiendo participación en el mercado interno. / Foto Fenalce
Sábado, 29 de Junio de 2024
Mayra Baquero

EL NUEVO SIGLO habló con Henry Vanegas Angarita, gerente de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce), sobre la petición que le hicieron al presidente Gustavo Petro, para que les brinde alternativas de apoyo a los productores y asimismo se promueva la comercialización de los granos.

 “Nosotros queremos que el Gobierno nos apoye en instrumentos de manejo del riesgo, en que haya recursos para la toma de coberturas, en que haya una influencia del Estado para que la industria se comprometa a comprar producción local y a que se incentive la producción y comercialización de maíz como producto agroalimentario esencial de la cadena y de la canasta familiar”, dijo Vanegas.

Frente a la pregunta de a qué se debe la disminución en la siembra de maíz y soya en el país, el directivo explicó que hubo una reducción significativa en precios y a eso se unió que el dólar cayó significativamente, “no quedó en 4.000, sino cayó a los niveles de 3.800 pesos. Por eso, cuando se fue a sembrar estaba llegando un maíz importado con esas ventajas: había una caída en el precio internacional, había una disminución en la tasa de cambio, es decir, salía más favorable importar".

Adicionalmente, el gerente de Fenalce añadió que había incertidumbre con la condición climática, ya que todavía no había terminado el fenómeno de El Niño y ya estaba anunciándose La Niña. Ante ese panorama de riesgo, se tornó muy vulnerable y riesgosa la inversión y por eso muchos productores prefirieron no sembrar.

Al hablar de las siembras y cuáles son a hoy los principales departamentos productores de maíz y soya, Vanegas aclaró que el maíz está en todos los pisos térmicos, desde el nivel del mar hasta las zonas más frías; sin embargo, la lista está así:

“Las principales zonas son Córdoba, Tolima, Valle del Cauca, o sea en la región Caribe y los valles interandinos; luego les sigue en importancia la región Andina, lo que es la zona andina cafetera y hay algo de maíz también en clima frío, lo que nosotros vemos en la sabana de Bogotá, pero es un mercado más de consumo tierno, de mazorca fresca para asaderos o lo que es la tradición de la arepa boyacense”.

Por otro lado, Vanegas manifestó que la soya se produce principalmente en el Meta y una parte en el Vichada; no obstante, toda está concentrada en los Llanos Orientales. Asimismo, resaltó que el Valle también produce un poquito, aunque esa es semilla para poder sembrar en la zona principal. “Este primer semestre se siembra soya en la altillanura y hay aproximadamente unas 62 mil hectáreas, hacia allá está creciendo la frontera agrícola, porque eso ha sido llanura y no se necesita deforestar o tumbar árboles”.

Variables del precio

Hay una situación que afecta al agro y es la llegada del fenómeno de La Niña, pero ¿qué tanto influirá en los cultivos de maíz, soya y otros cereales?

Según el directivo de la Federación, el país tendrá un segundo semestre que va a estar pasado por agua. “Cuando llueve y no tenemos suficientemente adecuados los lotes, cuando no hay drenajes, cuando no estamos con toda la infraestructura se satura todo y no hay como evacuar el agua, es ahí cuando empezamos a tener problemas de encharcamiento y luego de inundación. Posteriormente, ese ambiente húmedo ayuda a que proliferen los hongos y entonces los patógenos van a tener un ambiente propicio para atacar el cultivo y se vuelve más costoso mantener la sanidad foliar y lograr tener un grano de buena calidad para el mercado”.

A raíz de las anteriores situaciones se encarece el producto, pues, como explicó Vanegas, ya los cultivadores no tienen que bombear agua como en el fenómeno de El Niño, sino todo lo contrario, deben bombearla para sacarla del lote, ya que muchos de estos cultivos, como el maíz y el fríjol, son altamente sensibles al exceso de humedad y no toleran encharcamiento. “Entonces hay que mirar cuál es la opción para el segundo semestre, con qué se debe rotar, cuál es el ciclo más indicado para poder aprovechar mejor esa condición climática y así disminuir el riesgo”

Acerca de qué otros elementos están incidiendo actualmente en los costos de la producción de los alimentos que Fenalce representa, el directivo manifestó que, el primero de ellos es el costo de las semillas, pues al no tener buena investigación, el país tiene una alta dependencia de semillas importadas y esas suelen ser más costosas. Otro factor son los combustibles, el sector agrícola necesita de este para su maquinaria, para preparar los terrenos, para poder fumigar, para hacer las labores mecanizadas, para transportar los insumos, para secar el producto, para transportarlo al sitio de transformación o de venta.

“Uno que es muy importante es el costo del crédito. Eb las tasas a las que estamos ahorita por la situación de inflación y el costo del dinero, es supremamente alto en comparación con  las tasas que se venía manejando anteriormente; a esto se suma el costo de los insumos, algunos han bajado, pero hay otros que se mantienen altos en precio”, añadió Vanegas.

Por otro lado, al analizar qué tanto influyen en los precios los intermediarios en el mercado, desde la Federación explican que hay distintas situaciones, porque en algunas zonas donde son pequeños productores estos necesitan un acopiador y el intermediario es quien puede hacer esa función, es decir, compra poquitos e integra la carga y puede despachar a una central mayorista un camión, algo que no podría hacer un pequeño productor, porque no podría pagar todo el cupo del transporte, simplemente el poquito que tiene que comercializar.

Asimismo, aclaró que hay otras situaciones de intermediación, no solamente en la comercialización, pues también hay intermediación en los insumos, que es el agrocomercio, que muchas veces también cumple una función de financiar al agricultor, ya que este no es sujeto de crédito con la banca. “La intermediación no es del todo mala, en algunos aspectos se necesita que haya esos agentes, lo que tiene que haber es una regulación para que esos intermediarios no se las lleven todas o no especulen, que sin hacer ninguna inversión o sin correr ningún riesgo, inflen el precio al 100 % y se quieran ganar lo que un productor se demora seis meses en producir”, apuntó.