EN ESTADOS Unidos, el negocio de Franquicias es uno de los rubros que mejor desempeño ha tenido después de la pandemia. En este último año hubo más de 3.500 tipos de franquicias, en más de 75 industrias diferentes y abriendo una nueva cada 8 minutos. Lo más fascinante de este tipo de negocio es que es tan extraordinarios que está abierto al mundo y un colombiano puede invertir en la franquicia más atractiva e incluso con la posibilidad de radicarse en el país americano.
Los colombianos, son los latinoamericanos que están comprando mayor cantidad de franquicias, seguidos de los mexicanos, brasileños, peruanos, ecuatorianos y centroamericanos. “En medio de la coyuntura de incertidumbre que vive en este momento Colombia, vemos que cada vez crece el número de personas que deciden tomar posiciones económicas en otros países, por diversificación de portafolio”, afirma Edgar Pulido, director internacional de la firma norteamericana Latam en USA, junto con su aliada Frannet, principal consultora y asesora de franquicias en Estados Unidos.
Aunque no existen registros oficiales de los colombianos al año de hoy, que invierten en franquicias en Estados Unidos, según investigaciones de Latam en USA y otros colegas del sector estiman que entre el 40 y el 45% de los colombianos que invierten en ese país, lo hacen a través del modelo de franquicias.
Con relación a cuánto dinero se necesita para la inversión inicial promedio es de USD$ 151.000, teniendo en cuenta el canon de ingreso, la obra civil, la compra de equipos, la realización del inventario y la contratación del capital de trabajo y el flujo de caja.
Sin embargo, en Estados Unidos hay también franquicias low cost que requieren inversiones desde USD $ 5.000, pero la mayoría de los inversionistas colombianos que buscan un negocio rentable y la posibilidad de radicarse en Estados Unidos, eligen franquicias con valores cercanos a los USD$ 150.000, que es el monto aconsejado por los abogados de inmigración para obtener una visa E-2 como inversionista.
El retorno de inversión, según Pulido, va de los 3 a los 6 años dependiendo del rubro y factores como la ubicación y el desarrollo del negocio.