TRAS SER aprobada la primera ponencia de la reforma laboral, ahora, circulan en redes sociales seis borradores de decretos propuestos por el Ministerio de Trabajo, los cuales buscan reintroducir seis puntos sensibles para las MiPymes que fueron eliminados en el primer debate legislativo. Entre los aspectos que se buscan regular está la negociación por niveles, la intermediación laboral ilegal, la votación de la huelga, los tribunales de arbitramento, los comités de convivencia laboral y la huelga en servicios públicos esenciales.
No obstante, el decreto que representa el mayor riesgo para las pequeñas y medianas empresas es el relacionado con la tercerización laboral. En un intento por solucionar las malas prácticas en este tipo de contratación, el Ministerio de Trabajo busca imponer una serie de restricciones como una medida para luchar contra la intermediación laboral ilegal, en vez de reforzar sus facultades de inspección y vigilancia. Esto es especialmente preocupante, ya que, en Colombia, el 98% de las MIPYMES se dedican a ser contratistas de servicios para las grandes compañías.
De acuerdo con Juan Miguel Cortés Quintero, abogado laboralista y asociado senior en Chapman Wilches “la aprobación de estos decretos añade un costo adicional a las empresas, las cuales ya están enfrentando desafíos significativos debido a la reciente reducción de la jornada laboral. Con la implementación de los nuevos decretos, que introducen requisitos adicionales y restricciones más estrictas, las empresas, especialmente las pequeñas y medianas podrían afectar su capacidad para mantenerse competitivas y rentables en el mercado”.
Este documento también establece que las MiPymes deben demostrar capacidad financiera, administrativa y un alto nivel de provisión contable, lo cual limita su acceso a nuevas contrataciones. Este requisito es especialmente restrictivo para estas empresas, que a menudo operan con recursos financieros limitados y podrían quedar sin margen de maniobra.
El texto establece que las Mipymes no pueden depender únicamente de un cliente o ejecutar sus servicios exclusivamente para un contratante. Esto va en contra de las políticas de apoyo a nuevos emprendimientos, ya que, al empezar, es común que tengan pocos clientes y vayan aumentando con el tiempo. Sin embargo, el Ministerio del Trabajo considera esto como intermediación laboral ilegal, lo cual podría limitar el nacimiento de nuevos emprendimientos.
En este sentido, la mejor alternativa para las MiPymes es anticiparse a los decretos y prepararse adecuadamente para los posibles cambios. Esto implica realizar un análisis exhaustivo de los decretos propuestos para comprender plenamente sus efectos y cómo los nuevos requisitos afectarán sus operaciones diarias, sus finanzas y sus recursos humanos.