ANTE EL cambio de metodología en la forma como se establece la clasificación en el Sisbén, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), estima que 2 de cada 10 hogares cambiarían su ubicación actual.
Esto surge de la actualización vía registros administrativos con la entrada en operación del Registro Social de Hogares (RSH). A juicio del DNP este avance permitirá tener un panorama más actualizado de las condiciones de pobreza y vulnerabilidad de los hogares.
Señala la entidad que anteriormente el Sisbén se medían las condiciones con cada hogar mediante encuestas que no eran periódicas, ahora el Registro Social incluye, además bases como las del Ministerio de Educación, Bienestar Familiar, Icfes, Migración Colombia, Icetex, Agencia Nacional de Tierras, Finagro, Superintendencia de Notariado y Registro, Supersalud, Prosperidad Social, Unidad de las Víctimas, Registraduría y Fedecafé, entre otras.
Actualización
La entidad realizó la actualización de la información de 12,1 millones de personas que dada la composición de los hogares inciden en los datos de un total de 20,8 millones de personas (60% del total Sisbén). Precisa el DNP que el RSH es un sistema que integra la información de registros administrativos de diferentes entidades a nivel nacional y local, incluyendo el Sisbén, con el propósito de tener información actualizada de las familias y hacer una mejor aproximación a sus condiciones socioeconómicas.
En la actualidad, este instrumento ya cuenta con 40 bases de datos nacionales, incluyendo la del Sisbén IV, y 860 bases de datos territoriales (provenientes de 32 gobernaciones, 30 capitales y 1.007 municipios). Con esto, cuenta con la información de más de 50 millones de personas y alcanza una cobertura casi universal de la población del país.
“Esta información es mucho más potente y nos permitirá identificar de una manera más precisa y dinámica a los hogares que más necesitan ayuda del Estado”, aseguró el director del DNP, Jorge Iván González.
Para el DNP, este avance permitirá tener un panorama más actualizado de las condiciones de pobreza y vulnerabilidad.
“Con la actualización tenemos una cifra más cercana a la que entregan las cifras de pobreza del DANE”, afirmó Juan Miguel Gallego, subdirector de Prospectiva y Desarrollo Nacional del DNP, quien explicó que la política social de este año se mantiene y el cambio será gradual. Cada programa social irá definiendo hasta que grupo llega de acuerdo a los énfasis de cómo quieran ir reduciendo los niveles de pobreza. El impacto en los programas dependerá de lo que decidan las entidades”.
Luego de esta actualización, serán las entidades ejecutoras del gasto social quienes determinen el cambio progresivo que se presentará en los subsidios.
Desde su implementación en 1995, el Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios, mejor conocido como Sisbén, se había consolidado como el principal instrumento de focalización en la mayoría de los programas sociales que ofrece el Estado, lo que ha contribuido a reducir los niveles de pobreza y a una mayor progresividad de los subsidios.
Deficiencias
No obstante, están claros los problemas asociados a deficiencias de la información registrada en la base de datos, debidas a la desactualización de la información, al desgaste de esos instrumentos por manipulación de la información y a falta de mecanismos de control de calidad en su verificación, depuración, seguimiento y actualización.
Por ejemplo, 4 de cada 10 personas registradas en el Sisbén no actualiza su información desde hace más de tres años. Es probable que, muchos de ellos hayan cambiado sus condiciones económicas y/o sociales en este tiempo y, por lo tanto, se requiera analizar de nuevo su nivel de pobreza y vulnerabilidad.
“Si una persona aseguró en su encuesta que no está trabajando y tiene un nivel educativo de únicamente primaria, teniendo pleno conocimiento de que esto no es así, pero con el fin de tener una clasificación baja, podremos tener la certeza de que con el cruce de información gracias al RGH la información será confiable y esas inconsistencias quedarán aclaradas. Lo mismo si autodeclararon un nivel educativo inferior al que se evidenció en los registros administrativos del Ministerio de Educación o una ocupación que no coincide con el tipo de cotización que realizan, lo podemos determinar gracias a los registros administrativos”, explicó González.