Aunque la economía decreció 9% en el tercer trimestre, recuperó 8,7% frente al segundo por el efecto estacional.
De acuerdo con el DANE, este cambio positivo en la variación se explica principalmente porque las industrias manufactureras crecieron 23,4%, asimismo, comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas; Transporte y almacenamiento; Alojamiento y servicios de comida aumentaron su actividad 22,3%.
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#PIB | En el tercer trimestre de 2020 la economía colombiana decreció 9,0 %. pic.twitter.com/ObnvcbB43H
— DANE Colombia (@DANE_Colombia) November 17, 2020
Al mismo tiempo, explica el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, se presentó el comportamiento al alza de actividades artísticas, de entretenimiento y recreación y otras actividades de servicios, así como actividades de los hogares individuales en calidad de empleadores con un incremento de 12,3%.
Tal como lo esperaban los mercados, la economía colombiana se contrajo 9% en el tercer trimestre del año, de acuerdo con el DANE.
Sin duda la demanda y el reacomodo de la estructura económica del país ante lo que exigen las condiciones de bioseguridad para que los colombianos combinen el autocuidado con su desempeño laboral, es el factor esencial para que hoy los indicadores muestren otra realidad distinta a lo que se presentó en el segundo trimestre, cuando se registró el peor desempeño del crecimiento cuando cayó -15,7% y de 1,4% en el primer trimestre.
Para lo corrido del año hasta septiembre, el crecimiento de la economía marcó una contracción de -8,1 por ciento, indicó el ente estadístico del país.
Según Oviedo, tres actividades de la producción tuvieron un crecimiento positivo en el tercer trimestre del 2020. Se trató de la agricultura, servicios financieros y de seguros, que tuvieron un crecimiento anual del 1,5 por ciento anual, mientras que las actividades inmobiliarias lo hicieron en un 1,8 por ciento.
En el otro extremo, actividades como construcción registraron una contracción anual a septiembre de 26,2 por ciento, comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida, de 20,1 por ciento, mientras que la explotación de minas y canteras registraron un crecimiento anual negativo de 19,1 por ciento.