El crédito de consumo desempeña un papel fundamental en la vida de las personas y de las familias, al permitirles satisfacer diversas necesidades que contribuyen a su bienestar social y económico. Esta modalidad de crédito facilita la adquisición de electrodomésticos, la realización de mejoras en el equipamiento de la vivienda, programas educativos, vehículos automotores, planes de salud, celulares y computadores, entre otros propósitos, constituyendo una manera eficaz para que accedan a este tipo de productos y servicios, que representan su inclusión o acceso a distintas actividades útiles para su vida personal y/o laboral.
En un país como Colombia, donde las desigualdades económicas suelen restringir el acceso a oportunidades y beneficios, el crédito de consumo es esencial para mejorar los niveles de vida y promover la integración social.
Según el Reporte de Estabilidad Financiera del Banco de la República a junio de 2024, el 20 % de los hogares colombianos utiliza crédito de consumo para financiar sus gastos. Sin embargo, entre 2022 y 2023 el acceso al crédito mostró una tendencia a la baja, de acuerdo con cifras de la Superintendencia Financiera.
En 2023, sólo el 35,3 % de los adultos tenía acceso a financiación, lo que representó una disminución de 0,9 puntos porcentuales respecto al año anterior. Esta reducción se tradujo en que aproximadamente 13,5 millones de adultos contaron con menos productos de financiamiento formal en ese período.
De acuerdo con Clara Escobar, directora ejecutiva de la Asociación de Compañías de Financiamiento (AFIC), “la disminución de las tasas ha estado en línea con el incremento de la demanda privada, lo que refleja un entorno económico más favorable para el financiamiento familiar. Es crucial que se mantenga un entorno económico favorable, con tasas de interés accesibles y políticas que fomenten una distribución justa del crédito. Además, es fundamental seguir promoviendo la banca especializada o de nicho, que, al enfocarse en sectores específicos, ofrece productos y servicios financieros más accesibles y mejor adaptados a las necesidades particulares de cada grupo evitando que recurran a opciones informales para obtener crédito”.