El BCE "no se quedará de brazos cruzados" ante el aumento de salarios | El Nuevo Siglo
LA PRESIDENTA del BCE, Christine Lagarde, se mostró preocupada por el comportamiento de la inflación./AFP
Domingo, 9 de Julio de 2023
Redacción Economía

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, sostuvo que la institución "no se quedará de brazos cruzados" si observa una subida "simultánea" de los márgenes empresariales y de los salarios que suponga una amenaza para la estabilidad de los precios.

En una entrevista con 'La Provence', la presidenta del BCE destaca que el período reciente de alta inflación no estuvo acompañado de una reducción en los márgenes de beneficio de las empresas, que incluso aumentaron en algunos casos, mientras que, al mismo tiempo, los salarios también han aumentado más de lo esperado.

En el contexto actual, para Lagarde es importante saber si las empresas van a reducir un poco sus márgenes para acomodar las expectativas de salarios más altos de sus empleados, que es lo que ha sucedido normalmente durante episodios anteriores de alta inflación, o si habrá "un doble aumento": en márgenes y en salarios.

"Un aumento simultáneo de ambos alimentaría los riesgos de inflación, y no nos quedaríamos de brazos cruzados ante tales riesgos", ha subrayado la francesa.



Objetivos

En este sentido, Lagarde recuerda que, a pesar de la moderación reciente, la inflación sigue siendo superior al objetivo a medio plazo del 2% y, según las proyecciones, se mantendrá así en 2024 y 2025, por lo que el BCE todavía tiene trabajo por hacer para reducirla y alcanzar su objetivo.

"Ha comenzado a disminuir, cayendo de dos dígitos a principios del otoño de 2022 a la mitad hoy, en el 5,5% en junio (...) Esto se debe en particular a la caída de los precios de las materias primas y la energía, y creo que también al impacto inicial de nuestras decisiones de política monetaria sobre los precios", ha apostillad

Por otra parte, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, sostuvo en Londres que las herramientas para cuantificar la inflación general y subyacente se han visto "contaminadas" por factores como el 'shock' energético o problemas en las cadenas de suministro.

El vicepresidente ha sostenido que existe "ruido" en el dato de inflación general, por lo que la subyacente se ha vuelto "un pilar importante" a la hora de hacer pronósticos sobre el alza de precios y los riesgos del mismo.

En este sentido, De Guindos ha reconocido que la "precisión" de ambos indicadores se ha "deteriorado considerablemente" desde el inicio de la pandemia por verse "contaminados" por el 'shock' energético, problemas en las cadenas de suministros y las dinámicas de reapertura.

Estimaciones

De Guindos dijo que la inflación sigue siendo "muy alta", pues fue en junio del 5,5% según una estimación preliminar de Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea. Esta se espera que cierre 2023 en el 5,4%, y en el 3% y el 2,2% en 2024 y 2025, respectivamente.

La variable subyacente, aquella que excluye los precios de los alimentos frescos y la energía por su volatilidad, ha repuntado "ligeramente" una décima, hasta el 5,4%, frente al 5,3% de mayo y se muestra "más persistente" en comparación con el índice general.

De Guindos ha explicado que la energía ha sido el principal catalizador de que se disparase la inflación y, ahora, el principal responsable de su caída. Por su lado, los precios de los alimentos también experimentaron una subida histórica del 15,5% este pasado marzo.

El vicepresidente del BCE ha señalado que la recuperación de la demanda, unida a las disrupciones en las cadenas de suministros, ha facilitado a las empresas poder trasladar el incremento en el coste de los insumos a los precios de venta e, igualmente, a los trabajadores exigir mayores salarios. "Esto eleva el riesgo de efectos importantes de segunda ronda [de inflación]", ha resumido.

De Guindos ha puesto en valor la caída de la inflación en los bienes, pues es resultado de las mejoras en estas cadenas y de las subidas de tipos de interés acometidas por el BCE, que impactaron en "los componentes de la demanda más sensibles a los tipos, como los bienes de consumo duraderos".

En cuanto a los servicios, De Guindos ha insistido en que la inflación en el sector se ve condicionada por "algunas presiones en costes" y los "efectos de reapertura" aún persisten. Además, la revalorización de salarios está sumando inflación en los servicios intensivos en trabajo.

De Guindos ha augurado que el impacto del endurecimiento monetario se materializará "a lo largo de este año y posteriormente", con su consiguiente efecto sobre la demanda agregada.